CRíTICA cine
Fish tank, basura blanca
Mikel INSAUSTI I
Andrea Arnold es una realizadora que me encanta por lo claro que lo tiene y lo bien que resuelve las situaciones más comprometidas sin caer nunca en los convencionalismos. Y en su caso no es un tópico decir que describe los personajes femeninos mucho mejor que los colegas del sexo opuesto, porque es verdad. A su joven protagonista nunca la protege, dejando que se defienda por si misma. Tampoco disimula sus defectos, y hasta es dura con ella, como lo sería una madre inflexible con su hija problemática. Retrata a la rebelde Mia como una insoportable adolescente que resulta de lo más borde. Pero al igual que hacía Spike Jonze con el niño histérico de “Donde viven los monstruos”, comprende su rabia y sabe de su procedencia. En el entorno hostil donde vive esta quinceañera sería muy difícil ser de otra forma, así que sólo conoce el embrutecido lenguaje consistente en devolver los golpes y los insultos según van viniendo, o incluso adelantándose a ellos, lo que hace cuando le propina un cabezazo a la chica que le cae mal sin mediar provocación alguna.
Mia es de un barrio marginal de Essex, pero aún siendo inglesa encaja con lo que los norteamericanos denominan “basura blanca”. Le toca ir a una escuela especial y es acosada sexualmente por el amante de su madre, lo que pese a la diferencia racial la acerca mucho a la antiheroina de “Precious”, salvo por la diferencia radical de que Andrea Arnold no comete los errores de Lee Daniels, y, cuando refleja los sueños de futuro de la chica (Mia quiere bailar y ser una Billy Elliot femenina), ésta se choca con la cruda realidad y acaba en una prueba para streappers. Sin embargo, la realizadora no se ensaña con una joven que ya se siente bastante desgraciada, permitiéndole una huida en coche hacia Gales, una vez que toma conciencia de que tiene la edad en la que los caballos mueren. Una metáfora traída muy oportunamente por el camino del realismo sucio, al igual que la del pez ensartado cuando todavía colea y respira fuera del agua.
