Jon LEUNDA I

El sueño dejó de serlo, y el Biarritz jugará la final de Heineken Cup el próximo 22 de mayo en París ante el Stade Toulosain, que derrotó al Leinster. Ahora los blanquirrojos tendrán tres semanas para preparar la final, mientras que el equipo de Occitania tendrá que jugar la fase final de la Liga.

Pero, sin lugar a dudas, Dimitri Yachvili fue el gran protagonista del conjunto labortano y del partido. El pateador de los locales anotó todos los puntos del Biarritz, demostrando su enorme calidad. Las dos últimas temporadas han sido terribles, ya que las lesiones no le han dejado estar a su nivel, pero ayer fue el más destacado.

La nota negativa del choque, en cambio, la dio Imanol Harinordoki. El jugador garaztarra fue duda hasta el último instante, ya que tiene rotos los huesos de la nariz, pero pudo ser de la partida con una protección especial. No obstante, la mala suerte le volvió a acompañar y tuvo que abandonar el rectángulo de juego antes de tiempo por culpa de un fuerte golpe en el costado. Al final del choque confirmaron que tiene rota una costilla, pero esperan que pueda jugar la gran final.

El choque no destacó por su calidad, pero tampoco se esperaba ver un juego alegre. Y es que el partido era demasiado vital como para a arriesgar y poner en peligro la ansiada opción de llegar a disputar una final. Así, las tareas de contención cobraron todo el protagonismo, con los dos equipos tapando los espacios para que no pudieran crear ocasiones de ensayo.

El choque comenzó sin un dominador claro, y ninguno de los contendientes tuvo ocasión de acercarse a la línea de ensayo. Poco a poco fueron los irlandeses quienes tomaron el mando del encuentro y a los 20 minutos, aprovechando un error de los jugadores locales, a punto estuvieron de estrenarse.

Pero en el minuto 28 no fallaron, y llegaron los primeros puntos del encuentro. Los visitantes recuperaron el balón, que cambiaron de izquierda a derecha, para que Earls anotase el primer ensayo, que transformó O'Gara. Con el marcador a favor, los visitantes estuvieron cómodos y parecía que la victoria se ría para ellos, pero a tres minutos del descanso Dimitri Yachvili no falló su oportunidad para acortar distancias, marcando un golpe de castigo.

En la segunda parte todo fue diferente. Los labortanos salieron convencidos de que podían dar la vuelta al marcador y lo consiguieron. La labor de la delantera fue terrible, presionando arriba, sin dejar metros. Y eso obligó a los visitantes a cometer errores y faltas, bien aprovechadas por Yachvili. El pateador local siguió sumando puntos y Balshaw a punto estuvo de anotar un ensayo para el Olympique, aunque en el metro final no pudo dejar el oval en la línea de fondo. Pero eso daba igual, la presión seguía siendo intensa y los irlandeses continuaban haciendo faltas; para gusto de un Yachvili que se puso las botas para asegurar la victoria de los locales.

El final fue apoteósico. Con la música de Paquito Chocolatero, los jugadores locales dieron la vuelta al campo agradeciendo el apoyo del público.

Gonzalez, feliz

Jean Michel Gonzalez, técnico de los locales, estaba muy feliz tras el encuentro. «Esto es algo grande. Nadie contaba con nosotros para la final, pero estaremos en París». El entrenador de los blanquirrojos estaba muy satisfecho con el trabajo de sus jugadores. «En la primera parte hemos perdido algunos balones y nos ha costado caro. Pero en la segunda parte hemos sido mejores. La labor de los delanteros ha sido muy buena. Hemos presionado bien arriba y les hemos obligado a hacer faltas que Yachvili no ha fallado. Pienso que hemos realizado un gran partido», añadió Jean Michel.

Gonzalez también tuvo un recuerdo con Harinordoki. «Ha tenido mala surte. Esta mañana estábamos viendo cómo podía jugar, porque tiene la nariz rota, y durante el partido se ha roto una costilla. Pese a todo, estoy convencido de que estará en la final. Es un jugador muy duro y las finales se juegan pocas veces en la vida», dijo.

También quiso hablar sobre el rival de la final. «Tenemos ahora tres semanas para preparar la final, mientras que el Stade tendrá que jugar la fase final de la Liga. Para nosotros sería muy bueno que llegasen a la final de la Liga, ya que así no tendrán mucho tiempo para pensar en la Heineken Cup», comentó.

Dimitri Yachvili era también un hombre feliz. «Lo importante era ganar para poder jugar la final y lo hemos conseguido. El ambiente ha sido fantástico y nos ha ayudado mucho. Siempre es bonito anotar, pero lo importante no es quién los haya hecho, sino ganar, que es lo que vale», dijo.