El Mallorca ahonda el bache rojiblanco
Derrota con sabor a despedida
El Athletic prolonga su mala racha con una derrota que le distancia de la pelea por Europa. El Mallorca rompió el partido con dos goles en el inicio de la reanudación y la floja reacción de los rojiblancos fue insuficiente para dar la vuelta al marcador.
Amaia U. LASAGABASTER I
El Athletic falló en su primera y, posiblemente, más trascendente final. Tan importante, de hecho, que la derrota puede convertirla en la última. Así de cruel llega a ser el fútbol, en el que un solo gol puede separar el éxito del fracaso.
Alguno más, en este caso, porque el Mallorca se impuso con un marcador que no deja lugar a dudas. Y que ofrece una primera consecuencia negativa: la posibilidad de alcanzar la cuarta plaza sobrepasa ya la categoría de sueño. La segunda resulta aún más dolorosa porque, y precisamente por esa proximidad, después de unos cuantos meses rozando con los dedos el regreso a la Europa Legue, también el sexto puesto se ha alejado tanto como para exigir a los rojiblancos prácticamente una combinación de gesta y carambola.
No tanto por las distancias, aunque los dos puntos de desventaja respecto al Villarreal parecen ahora mismo muy largos, teniendo en cuenta que sólo restan tres jornadas y que, en el caso del Athletic, incluyen la visita al Bernabéu. Bastante más por las sensaciones que viene ofreciendo el cuadro bilbaino en las últimas semanas y su reflejo en una tendencia a la baja.
Son ya cuatro jornadas sin victoria -en las que el Athletic sólo ha podido marcar un gol-, un lastre demasiado pesado para un equipo que pelea por el billete europeo. Y lo que es peor, son ya cuatro jornadas, con la posible excepción del choque frente al Zaragoza, en las que los rojiblancos no han merecido ganar. La temporada se les está haciendo muy larga y la falta de gasolina se está traduciendo en falta de chispa, de dinamismo, de juego... De cualquiera de los ingredientes necesarios para pelear por el triunfo. Ni siquiera motivaciones como la de ayer, cuando el Athletic saltaba al verde sabiendo que una victoria le devolvía a la sexta plaza, rellenan ya el depósito.
Y, pese a todo, como el fútbol, además de cruel, también es caprichoso, los bilbainos siguen teniendo sus opciones. Una victoria el miércoles, aunque habrá que volver a mirar al resto de rivales para valorarla en su medida, puede volver a cambiar el panorama por completo, o casi.
A ratos
El rival no será el mismo -aunque el Málaga llega tan o más necesitado que el Mallorca-, pero lo que, definitivamente, debe ser diferente, es el propio Athletic. Porque el que se ha ganado acabar la temporada entre los candidatos europeos, apareció ayer con cuentagotas.
Intentarlo, lo intentó. En los primeros minutos trató de ahogar a su rival y las llegadas de Toquero -con un depósito definitivamente inagotable-, Llorente y Gabilondo permitieron augurar un encuentro con color local. Idea que no tardó en desterrar un Mallorca que no se conformó con defenderse.
El equipo de Gregorio Manzano no le hizo ascos al balón y, sin esperar necesariamente a que un contragolpe le permitiera atacar en superioridad, estiró el cuello en busca de Gorka Iraizoz. Acabó encontrándole poco antes del descanso, cuando Castro empujaba en el segundo palo un córner peinado por Rubén.
No dio tiempo a valorar la dimensión del sopapo, porque en tres minutos, Fernando Llorente restauraba el empate cabeceando un centro de Iturraspe y volvía a invitar a soñar. En este caso con un segundo tiempo de desmelene rojiblanco. Lamentablemente, tampoco hubo tiempo para comprobar hasta qué punto era acertado el augurio, porque el Mallorca rompió el partido en cuanto se puso en marcha la reanudación.
Koikili y Amorebieta se liaron para regalar un córner y los baleares lo agradecieron con el 1-2 a cargo de Nunes. Y sin tiempo a digerirlo, Aritz Aduriz puso la puntilla con su primer gol lejos del Ono Estadi.
Joaquín Caparrós, que ya había intentado meter chispa con la entrada de Markel Susaeta, recurrió de inmediato a Iker Muniain. Pero no era una cuestión de nombres. Aún con el par de ocasiones que pudieron haberle metido en el partido, a la reacción del Athletic le faltaron octanos para incomodar a un rival que incluso estuvo a punto de ampliar su ventaja con un disparo de Castro al palo.
A nadie se le escapa que la derrota complica enormemente las opciones europeas del Athletic. Pero la consigna es igualmente clara: los rojiblancos pelearán mientras haya posibilidades.
«Las posibilidades han bajado bastante -admitió Joaquín Caparrós-, ahora lo tenemos más complicado, pero lo vamos a intentar a muerte, como lo está haciendo el equipo en todos los partidos. Lo vamos a pelear hasta el final».
El técnico se mostraba especialmente dolido por la manera en que se había decidido un encuentro tan importante. «Es una pena que se nos haya ido en cinco minutos. Porque habíamos hecho lo más complicado, reaccionando de inmediato al primer gol para anotar el empate. Era una jugada psicológica que debíamos haber manejado, pero no ha sido posible».
Y es que el Mallorca rompió el partido precisamente cuando debía llegar el subidón rojiblanco, algo que el propio Joaquín Caparrós buscaba desde el banquillo con la entrada de Markel Susaeta. «Queríamos meter intensidad, apretarles arriba, aprovechar esa inercia del gol... -explicó-. Y han llegado esas dos jugadas, que han sido un palo».
Como lo fue la propia derrota, que dejó muy decepcionada a toda la familia rojiblanca. «A todos, aficionados, jugadores... Qué duda cabe que ha sido un palo porque teníamos muchas ilusiones puestas en este partido. Pero por algo -recordó Caparrós- está el Mallorca en puestos de Champions. Es un buen equipo y además ha sabido aprovechar sus ocasiones. Luego han jugado muy a gusto con el marcador a favor y a nosotros, por contra, nos ha pesado mucho».
El técnico, por otro lado, no cree que a su equipo le falte gasolina. «En absoluto. El equipo está a un nivel bueno, aunque ahora también tienes que jugar con el ánimo», admitió. En ese sentido, espera recuperar a todos sus jugadores para el miércoles, porque «tenemos que apurar todas nuestras opciones». A.U.L.
No parece que la comida entre directivas sirviera para acercar posturas por el caso Aduriz. El presidente del Mallorca ni siquiera quiso hablar al respecto y aseguró que «el día ha sido fantástico».
Bastante más contrariado se mostró Fernando García Macua que, en declaraciones a Canal Plus, reconoció que «sobre el campo, el Mallorca ha sido mejor y ha ganado en buena lid. Sobre el campo», insistió el presidente rojiblanco, para añadir que «el Athletic no hace trampas ni dentro ni fuera del campo».
Y es que en opinión de Macua, el hecho que de el Mallorca tenga deudas pendientes por un jugador que le está ayudando a estar arriba -y que ayer marcó en San Mamés- viene a adulterar de cierta manera la competición. Algo que «en parte es culpa de la propia autoorganización de los clubes, pero no hay igualdad en el momento en que se asumen compromisos que no se cumplen». «Nosotros pagamos a Hacienda, a nuestros proveedores, a los clubes por los traspasos...», recordó Macua, que considera que «hay que cumplir las reglas estrictamente deportivas y las otras». A.U.L.
