Anjel Ordóñez Periodista
Entre trileros y ventajistas
Al paso que vamos, no me extrañaría que Egibar fuera encausado por delitos de terrorismo económico en la Audiencia Nacional, por aconsejar a nuestros empresarios que no hagan tratos con España. Razones sobran. Si por incendiar el cajero automático de un banco te chupas más de quince años de oscura mazmorra, por incitar a la patronal vasca a la insurrección soberanista y contribuir a la quiebra del sistema económico-financiero del reino de España... A nadie asombraría que encerrasen al andoaindarra y tiraran la llave al Manzanares. Atento, amigo Joseba, que Madrid flirtea con la bancarrota, y esta gente es bien rencorosa, tiene muy mal perder y en el momento de la venganza nunca repara en gastos.
Mas no hay de qué preocuparse. Puede que ni Rajoy ni Zapatero saquen a España de la crisis. Puede que siga los pasos de los griegos y tenga que humillarse ante los países poderosos para mendigar eso que llaman rescate. Puede que todo se tuerza hasta convertirse en un infierno financiero en el que también los vascos corramos el peligro de vernos algo más que chamuscados. Puede que lleguen todas esas plagas y aun cincuenta más... pero siempre quedará la Roja. La gloriosa selección partirá camino de Sudáfrica con la sagrada misión de demostrar al mundo quiénes son los españoles. Como aquella «Grande y Felicísima Armada» que zarpó rumbo a Inglaterra para respaldar a los Tercios de Flandes, la misma que una broma del destino hizo pasar a la historia como la «Armada Invencible».
Ahora en serio. Es de ley reconocer que la selección que dirige Del Bosque es una de las mejores del mundo. Pero de poco le va a servir, porque los malos augurios se ciernen sobre ella. Me explico: algunos bancos están lanzando atractivos productos financieros condicionados a que Casillas gane el mundial. Si así sucede, el 4% de rentabilidad. Si pierde, sólo el 3%. ¿Generosidad o truco de trilero y ventajista? Ustedes deciden, pero les advierto que colar las palabras «generosidad» y «banquero» en una misma frase comprende elevados riesgos. Por cierto, señor Patxi López, ¿no son estas argucias sujeto de alguna suerte de impuesto sobre tragaperras, bolillas y demás juegos de azar? Mire a ver.