Sin duda, la Vuelta al Bidasoa tiene sabor extranjero. Si el miércoles ganaba un ruso, Sergey Shilov, ayer el lituano Ramunas Navardauskas levantó los brazos en Hondarribia y el colombiano de Cafés Baqué Sebastián Tamayo es el nuevo líder de la carrera.

Jaizkibel era el punto caliente de la jornada y lo fue, pero resultó más decisivo el descenso que la subida. El líder Shilov no pudo evitar la caída en una bajada aún más peligrosa debido a la lluvia, y el camino al suelo del ruso lo siguieron unos cuantos.

La batalla se desató efectivamente en Jaizkibel, a sólo 9,5 kilómetros de la línea de meta. Cafés Baqué pasó a la ofensiva con Tamayo, segundo en Irun, y el argentino Díaz, junto a diez corredores más, entre los que estaba el líder.

En el trepidante descenso, Shilov quedó descartado y ocho corredores se quedaron por delante. En un final muy disputado, Navardauskas, vencedor este año nada menos que de la Lieja y cuarto en el Tour de Flandes, ambas en sub 23, superó al italiano Benedetti, ya ganador de una etapa el año pasado, y a Díaz. Tamayo llegaba un poco más retrasado, aunque con la suficiente renta sobre Shilov como para convertirse en el nuevo líder a falta de las dos etapas más montañosas y redondear la buena vuelta de Baqué.

Los extranjeros están marcando la carrera y un lituano, un italiano, un ruso, un colombiano y un panameño se clasificaron entre los ocho primeros. Entre los vascos, hay que destacar la notable etapa de Bilbao (Naturgas), y Mitxelena y Bagués (Bidelan-Kirolgi).