CRÓNICA | TRAS LOS CALDERETES DE LA TXANTREA
UPN criminaliza a la Comisión de Fiestas con el apoyo de PSN
La realización de los calderetes de las fiestas de la Txantrea en Alemanes, tal como querían los vecinos, no ha sentado nada bien a UPN. Este partido presentó ayer una moción en la que acusa a la Comisión de Fiestas, de convertir «todos los actos» festivos en acciones de apoyo a ETA. El PSN la apoyó y la izquierda abertzale temió que sirva para futuras actuaciones judiciales.
Iñaki VIGOR
«El Ayuntamiento de Pamplona muestra su rechazo por la continua utilización de todos los actos organizados por la Comisión de Fiestas de la Chantrea, convirtiéndolos en acciones de apoyo a presos de la banda terrorista ETA sin deparar tan siquiera en la utilización de menores para tal fin». Éste es parte del texto de la moción que UPN y PSN aprobaron ayer en el Ayuntamiento de Iruñea, moción que fue rechazada por los concejales de Nafarroa Bai y de la izquierda abertzale.
El desencadenante de esta moción fue la celebración de los calderetes en el Paseo de Alemanes, a pesar de que UPN intentó evitar este acto popular derramando 20.000 litros de agua a las seis de la madrugada desde un camión cisterna, lo que ya se conoce como «el manguerazo» o «la piscina de Barcina».
La trascendencia que ha tenido este hecho lo demuestra que la moción de UPN fue debatida durante más de una hora. Sánchez de Muniain la defendió diciendo que no se trataba de «una inocente comida popular», calificó de «chulesca» la actitud de los vecinos y mostró fotografías en las que aparecían pancartas de recuerdo a los presos políticos y pidiendo su traslado a Euskal Herria.
El concejal derechista también arremetió contra el chupinazo, del que dijo que «es simplemente una concentración en favor de los presos etarras». Además, consideró «deleznable y repugnante» que algunos dantzaris txikis «fuesen utilizados para exhibir carteles de apoyo a ETA».
Uxue Barkos le pidió que si tiene pruebas de sus acusaciones, «que vaya a los tribunales»; tildó de «filfa electoral» y «melonada» la moción de UPN, y calificó de «pueril, abusivo, avasallador y cobarde» el hecho de inundar el parque de Alemanes con 20.000 litros de agua.
El concejal independentista Mikel Gastesi reprochó a UPN que se había escudado en una «supuesta» queja vecinal para tratar de impedir los calderetes, dudó de que exista esa queja y afirmó que lo que realmente ha «molestado» al equipo de Barcina ha sido el «éxito» de las fiestas de la Txantrea.
«Deje en paz a los vecinos para divertirse», le respondió a Sánchez de Muniain, a quien criticó su «paranoia» y «obsesión enfermiza» por recurrir a supuestos apoyos a ETA para «enturbiar y entorpecer la actividad popular».
Tras recordar que «lleva años acosando a olentzeros, fiestas a favor del euskara, San Fermin Txiki, actos participativos y toda actividad que no comulgue con el pensamiento único de UPN», Gastesi calificó de «ridículo» el «manguerazo» y le preguntó a Sánchez de Muniain si había sido idea suya, a lo que éste no respondió.
Maite Esporrín (PSN) también criticó ese «acto absurdo» de UPN, pero apoyó íntegramente su moción después de mostrarse partidaria de «no criminalizar a todos los asistentes a las fiestas, pero sí a unos pocos».
En el acaloramiento del debate, Sánchez de Muniain soltó un gracioso «vecinos sí, borrokas no», pero Gastesi abordó una cuestión más seria: «Nos tememos que la moción de UPN dé pie a actuaciones judiciales contra la Comisión de Fiestas».
El precedente del cohete de Berriozar no está olvidado.