GARA > Idatzia > Ekonomia

La primera demanda por «swap» en Iruñea sienta en el banquillo a Caja Rural

El afectado, un taxista, exigió responsabilidades al Banco Cooperativo, que aúna a las distintas cajas rurales, tras soportar liquidaciones anuales de más de 11.ooo euros a raíz de su firma de la permuta financiera.

Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

En una sala repleta de afectados y de abogados que ultiman sus propias demandas, Caja Rural de Navarra salió a defender ayer, por primera vez, los «swap» que comercializó para el Banco Cooperativo y que han supuesto pérdidas de decenas de miles de euros para todos sus clientes que los firmaron.

El primer demandante fue un taxista de Iruñea, que firmó uno de estos productos bancarios en mayo de 2007, por un monto de 400.000 euros. Como testigo concurrió otro taxista a quien, un mes después, Caja Rural de Navarra ofreció otro acuerdo, incluso con peores condiciones que el primer demandante y que también ha llevado a juicio a los responsables.

La demanda iba dirigida hacia Banco Cooperativo, cuyas filiales son las distintas cajas rurales del Estado español. El representante de la entidad trató de defender que el producto contratado era una cobertura, afirmando que el demandante había adquirido el producto «con buen criterio» y que habían ofertado estos «swap» porque «se adecuaban a las necesidades de sus clientes». Para ello, mencionó que en 2003 el Banco Central recomendó a los bancos ofrecer «coberturas» a sus clientes contra posibles subidas de los tipos de interés.

Banco Cooperativo no comenzó a ofrecer su «cobertura» Plan Prever hasta cuatro años después, cuando el Euríbor estaba a punto de desplomarse. Otras entidades, como Bankinter, que sacó un producto similar en esas fechas, ya contaban con previsiones de que el Euríbor caería al 2%.

A falta de concretar cuáles eran las previsiones que manejaba Banco Cooperativo, el abogado del demandante trató de demostrar que el «swap» es un producto financiero de alto riesgo. Para ello, alegó que en este caso concreto el banco sólo se arriesgaba a perder 2.400 euros anuales, mientras que su cliente se exponía a pagar -si el Euríbor bajaba del 4,4%- hasta 17.600 euros. Con el desplome que se produjo después de firmar el «swap», el demandante debe pagar más de 11.300 euros y, el año que viene, otra cifra similar.

Hasta tres responsables distintos de Caja Rural tuvieron que testificar en calidad de testigos. El primero fue Roberto Itoiz, que le ofertó por teléfono el «swap» y después se lo endosó en una reunión de diez minutos. Posteriormente, llegaron Ana Camino, ante quien el demandante se negó a firmar la confirmación, e Ignacio Ruiz, que consiguió la rúbrica del taxista tras ganarse su confianza.

sentar precedente

La sentencia será clave para los próximos juicios, ya que se trata de un caso complicado, en tanto que el afectado firmó varios documentos y debe ahora demostrarse que la información fue poco clara o insuficiente.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo