Decenas de localidades vascas fueron ayer a la tarde, de nuevo, escenario de movilizaciones en favor de los derechos más básicos de los represaliados políticos y en exigencia de su vuelta a Euskal Herria. A pesar de los aguaceros que en muchos casos soportaron, cientos de hombres y mujeres salieron a la calle para reivindicarlo.

La de Orereta fue una de las movilizaciones más numerosas, ya que los reunidos por los represaliados políticos llegaron a los 230 mientras en Soraluze participaron en una encartelada 47. En Zarautz fueron 132, en Antzuola 30, en Oñati 50, en Getaria 32, en Azpeitia 125, en Bergara 52, en Lazkao 65 y en Lezo 35.

En la capital alavesa participaron en la encartelada semanal 412 y en Amurrio 40.

En Elizondo las 25 personas concentradas fueron vigiladas en todo momento por dos patroll de la Guardia Civil, que no cesaron de tomar notas. En Iruñea, en la cita semanal, se movilizaron 290, en Barañain 46, en Berriozar 45, en Bera 25, en Arbizu se reunieron 35, en Larraga 37, en Lizarra 43 y en Etxarri Aranatz 59.

En Ondarroa se concentraron 165 mientras en Lekeitio lo hicieron otros 117, en Ugao 37, en Galdakao 67 y en Mundaka 21. Frente a Sabin Etxea, en Bilbo, los que acudieron a la cita semanal fueron 95, en Gatika 9 y en Zornotza 75.

Contra la «lista negra»

Pero las movilizaciones por los derechos de los presos políticos no fueron las únicas que tuvieron lugar en Euskal Herria. En el barrio getxoztarra de Algorta, a las 20.00, partió de la plaza Telletxe una manifestación de 300 personas para denunciar la utilización de la tortura en la persecución de la juventud.

La movilización fue convocada en solidaridad con una decena de jóvenes de Uribe Kosta cuyos nombres habrían aparecido en declaraciones en comisaría. Según los convocantes, a un detenido en Gorliz, Xabier de la Maza, se le obligó a efectuar declaraciones autoinculpatorias contra él y diez jóvenes más de la comarca vizcaina.