No ha podido hacerlo ante Mallorca o Málaga y eso fuerza al Athletic al más difícil todavía. O lo que es lo mismo, quemar su último cartucho, si es que le queda alguno, en busca de competición europea en el Santiago Bernabéu y ante un Real Madrid que se juega el título de Liga.

Parece imposible encontrar un escenario más complicado para un Athletic con el que, además, el rival parece lo de menos. Hace varias jornadas que la chispa de los rojiblancos se desvaneció, lo que no sólo les ha apeado de la sexta plaza, sino que les ha dejado prácticamente sin opciones de recuperarla. La jornada, de hecho, puede saldarse con el Athletic matemáticamente descartado del pulso europeo. Sucederá si los rojiblancos pierden o empatan y Getafe o Villarreal consiguen la victoria ante Málaga y Valencia, respectivamente. Los del vaso medio lleno, por fortuna, también tienen la posibilidad de sacar cuentas: un triunfo mantendrá al Athletic vivo hasta la última jornada, e incluso le permitirá recuperar el sexto puesto, siempre y cuando sus dos competidores vuelvan a enrollarse y no sumen más de un punto. El escenario cambiaría por completo para los bilbainos, que dependerían de sí mismos en el último partido, que traerá a San Mamés a un Deportivo sin absolutamente nada, maletines al margen, en juego. Como la historia del fútbol está repleta de carambolas, tampoco es cuestión de descartarlo.

No lo hace Joaquín Caparrós y por eso cree que «el plus de motivación de jugar en el Bernabéu» existe, pero es secundario. «Para nosotros, ese plus viene porque, matemáticamente, todavía tenemos nuestras opciones. Y para mantenerlas necesitamos un buen resultado». Así que «vamos con ganas de hacer un buen partido y ponerle las cosas complicadas al Madrid».

Para conseguirlo, «lo primero es estar convencidos de poder lograrlo». Lo segundo, «hacer un gran partido, tanto a nivel colectivo como individual»; también «tener eficacia» y, sobre todo, «estar al cien por cien, no vale otro porcentaje». Más allá de lo que suceda cuando eche a rodar el balón, la premisa previa parece estar cubierta, porque Joaquín Caparrós asegura que técnico y jugadores están «enrabietados. Tenemos un vestuario enrabietado porque no hemos podido conseguir buenos resultados, sobre todo en nuestro campo, y tenemos más ganas que cualquier equipo».

Vuelve Javi Martínez

El técnico recupera para el encuentro a Javi Martínez. Su presencia es una de las novedades aseguradas en el once, así como la de Koikili -entraron en la convocatoria en detrimento de David López y Xabi Castillo-, aunque posiblemente no sean las únicas.

No es fácil, de todos modos, adivinar los planes de Caparrós, que incluso podría recurrir a una suerte de trivote, sacrificando a Gaizka Toquero o, todo lo contrario, potenciar una banda derecha más ofensiva con la presencia de Markel Susaeta.

Manuel Pellegrini, por su parte, recupera a Marcelo para el lateral zurdo, con lo que Arbeloa pasará al diestro y Garay al banquillo, con Sergio Ramos y Albiol en el centro de la zaga. La principal duda de los madridistas, que en caso de derrota podrían perder matemáticamente todas sus opciones -y según su técnico tampoco habrá mucho que hacer si el Barcelona gana y se mantienen las distancias de cara a la última jornada-, pasa por el estado de Guti. Si se encuentra al cien por cien, recuperará la titularidad, en detrimento de Granero.