Segunda Derbi entre el Real Unión y la Real Sociedad
Llega el partido del año a Gal
El estadio se llenará con cerca de 6.000 seguidores para presenciar este encuentro marcado por las necesidades de ambos conjuntos. Los irundarras necesitan la victoria para salir de la zona de descenso y los donostiarras para volver a Primera después de tres años.
Imanol CARRILLO
Hacía tiempo que en Irun esperaban un partido de este calibre; 45 años nada más y nada menos. La importancia del choque y las ganas de un buen ambiente entre dos aficiones hermanadas han sido palpables a lo largo de la semana.
Los derbis siempre tienen gancho entre los aficionados, pero más aún cuando ambos conjuntos se juegan tantas cosas, aunque los objetivos sean totalmente opuestos. Tanta expectación ha generado el derbi, que se espera la afluencia de 6.000 seguidores que abarrotarán el Stadium Gal.
En el recuerdo de los jugadores unionistas estará aquella jornada quince en la que se situaron en puestos de descenso tras perder precisamente frente a la Real por 4-1 en Anoeta. Desde entonces, los blanquinegros no han abandonado la zona peligrosa de la tabla. Pero la situación actual del Unión es totalmente diferente. Quiere seguir la racha ascendente de las dos últimas jornadas con victorias que le han llevado a situarse a dos puntos de la salvación.
No será tarea fácil para los hombres de Iñaki Alonso, ya que a lo largo del año solamente han logrado un par de veces ganar dos encuentros seguidos. No obstante, este equipo siempre ha demostrado levantarse en cada batacazo, y la moral tiene que estar por las nubes al ver que el agujero en el que se habían metido no era tan profundo.
El técnico mantendrá la base del equipo de estas dos últimas jornadas, pero la lesión de Aitor Sanz ha trastocado sus planes y su sustituto es una incógnita, ya que todas las sesiones de la semana han sido a puerta cerrada.
La Real, a encarrilar el ascenso
En la Real la situación es totalmente diferente. En caso de vencer, los blanquiazules podrían encarrilar el ascenso a Primera. Pero sus números fuera de casa son desalentadores, ya que su balance en los tres últimos encuentros es de dos derrotas y un empate.
Además, uno de los problemas de los donostiarras en este tramo final de temporada viene en ataque. El conjunto que dirige Martín Lasarte ha marcado tres goles en seis partidos y su máximo goleador, Carlos Bueno, sigue recuperándose de su lesión. Por lo que Imanol Agirretxe ocupará la delantera.
Por otro lado, el técnico uruguayo recupera a Diego Rivas y Mikel Aranburu, lo que genera un overbooking de hombres especialistas en el puesto porque también Sergio Rodríguez, tras destacar en las dos últimas jornadas, podría desbancar a uno de sus compañeros.
Las palabras de ambos conjuntos sobre su rival han sido de alabanzas durante la semana. El terreno de juego decidirá este encuentro de necesidades.
El técnico unionista aseguró que «vencer a cualquier líder supone un plus» que les puede ayudar en la recta final y recalcó que la victoria pasa por «estar convencidos de ganar», porque «si dudas ante un grande, estás muerto».
Si la situación de ambos equipos es totalmente opuesta en cuanto a clasificación se refiere, el Unión y la Real tienen algo en común: los constantes problemas en la portería.
El guardameta de la Real Asier Riesgo ha sido el último perjudicado, ya que ayer se fracturó el quinto metacarpiano de su mano izquierda y será operado este próximo lunes en el Hospital Quirón-Donostia.
La temporada no está siendo nada buena para el debarra, ya que no entraba en la convocatoria de su equipo hasta que Claudio Bravo se lesionó. Entonces, con Eñaut Zubikarai como titular y Riesgo suplente, el portero de Ondarroa fue expulsado y el guipuzcoano pudo ocupar la portería realista, hasta el punto de contar con la confianza del míster en detrimento del vizcaino.
En el Real Unión el problema de los guardametas ha sido más complicado. El titular a principio del año, Xixa Otermin, se lesionó en pretemporada, por lo que Xabi Jauregi se hizo con el puesto hasta que tuvo que parar debido a problemas musculares. Otermin sustituyó a su compañero, pero en febrero en Girona sufrió una microrotura en el abductor.
Jauregi volvió a la portería, con la mala suerte que tuvo que parar debido a una recaída. Cuando Otermin estaba jugando de nuevo, sufrió una rotura en un dedo de su mano izquierda que le tiene actualmente fuera de los terrenos de juego. En todo este tiempo el tercer portero, San Sebastián, ha estado disponible para el míster, pero no ha debutado aún.
I. CARRILLO