Un payaso loco con muchas razones, unos volatineros simpáticos que cruzan el aire y unos magos que entretienen a toda la familia tras haber seguido a un cocinero cantarín y acabar riéndose de las noticias del día en el XV Festival de Clowns y Payas@s de Arrigorriaga.

La jornada sabatina comenzó con el Taller de circo «La Berta» a cargo de la compañía Passabarret, que inicia a los más pequeños en algunas de las disciplinas básicas del mundo del circo. Teatro Salitre recorrió las calles centrales con su espectáculo «On egin mon amour», con sus simpáticas recetas de cocina mientras va cantando arias de ópera. Buen ambiente, con sus seguidores encantados y juguetones los que se encuentran con el espectáculo de manera sorpresiva y saben incorporar sus simpáticas y amables provocaciones a su actividad relajada. Espectáculo itinerante que en cada parada logra crear un escenario activado por sus condimentos gastronómicos y cantarines bien conjuntados con las sorpresas de su artilugio de transporte.

Chacovachi es un payaso argentino de múltiples recursos, capaz de estar más de veinte minutos hablando, entreteniendo con los recursos poéticos, interrelacionándose con los espectadores más menudos, pero con discursos que deben asimilarse por los mayores, que hace malabares, magia, globoflexia, pero siempre conduciendo sus acciones hasta una comunicación objetivamente política, claramente posicionada, sin remedio, convenciendo al personal de que no se dejen embaucar por cualquiera que emplee la demagogia más espectacular, que utilice vestuarios para encumbrarse. Pero todo ello realizado con una perfecta estructura dramática, dándole a la palabra un valor que nos sirve a los espectadores para entrar en territorios de madurez y todo ello provocando el humor, la risa, la comunicación directa de una manera contundente. Quizás el título de su espectáculo sea su manifiesto general; «Cuidado, un payaso malo puede arruinar su vida». Éste es un payaso bueno, en todos los sentidos del término.

No hay palabras, hay emoción, esfuerzo, una intra-historia para mostrarnos a unos personajes que hacen circo, que se pasan la obra en los trapecios, vestidos con ropajes de mediados del siglo pasado, con música en directo de un hombre orquesta, con los cuatro atletas volando, haciendo números realmente difíciles, en todos los elementos aéreos, pero uniendo el humor como un trampolín para lograr una mayor cercanía. Los artistas de Flying Tiritas ofrecen en «Atiritando» una buena muestra del circo contemporáneo, asequible en sus lenguajes sin quitarle ningún ápice a sus dificultades técnicas y con números de riesgo que llegan a los públicos más diversos porque están bien dosificados los momentos para la exclamación y los que se basan en relaciones humorísticas.

Sin preámbulos, directos a los públicos, «Muchas Noches y Buenas Gracias» de la compañía Le Petit Cabaret, atrapando a los más pequeños por su colorido y dinamismo y a los adultos por la calidad y los guiños en ciertos momentos donde el cruce entre magia, humor, danza y otras disciplinas crean un mundo que roza el surrealismo, pero siempre rematando sus faenas con incursiones sencillas para que todos puedan retomar el hilo, en una técnica de control del ritmo a base de impulsos continuados, sin dar demasiado respiro al personal que se queda obnubilado con su capacidad para ir acumulando números y gags, todos ellos muy blancos, muy asumibles por todos los públicos.