Los ministros de Economía de la Unión Europea plantearon ayer en Bruselas dotar con 600.000 millones el fondo para rescatar países de la quiebra y defender la moneda única. El mecanismo consistiría en préstamos por parte de la Comisión Europea por un lado, y en garantías de los socios de la zona del euro por otro, sin descartar la intervención del BCE.