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«Tenemos un problema evidente de falta de expectativas»

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José angel CORRES
PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE BILBO

Hace unas pocas semanas llegó a la presidencia de la Cámara de Comercio de Bilbo, como se denomina oficialmente. Considera que Patxi López al frente del Gobierno de Gasteiz ha hecho «seguidismo» del Gobierno español, sin diferenciarse, y pide a los empresarios «que sean audaces para salir de la crisis».

Juanjo BASTERRA |

Ocupó la presidencia de la Autoridad Portuaria de Bilbo durante más de dos lustros y ahora ha amarrado en la presiden- cia de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao, que es su nombre oficial. José Angel Corres reconoce que es una responsabilidad mayor y admite que va a trabajar para «que la Cámara de Comercio sea un instrumento que trate de solucionar los problemas» y volver a la senda de crecimiento.

¿Cuáles son los problemas de las empresas vizcainas?

Con la que está cayendo, que no venden su producción. Tenemos que vender esa producción, porque fabricamos con calidad. Con esta crisis nos hemos quedado, en parte, sin clientes, y también sin suministradores de materias prima; lo que hay que hacer es tratar de ampliar los horizontes en cuanto a suministradores y en cuanto a demandantes de nuestros productos.

¿Nos hemos quedado sin suministradores porque no nos quieren mandar productos?

Si pagas, no hay problema. En esta crisis global algunos se han quedado por el camino y nos ha puesto a todos en una fase en la que la competitividad se ha resentido. Tenemos que ser más competitivos y estar preparados para cuando la demanda aumente, que aumentará.

¿Vamos a mejor o es una ilusión virtual?

Hace quince días tenía claro que íbamos a mejor. Estamos en un mercado global. Está claro que nuestro entorno inmediato no está lo bien que debiera. De nosotros va a tirar, como siempre, la vieja Europa. Lo que está claro es que los demandantes de nuestros productos están mejor que nosotros. Con lo cual, con sobresaltos, creo que hemos tocado fondo, aunque nadie dice que nos espere un camino de rosas

¿El FMI ha previsto que la economía mundial crecerá en torno al 4%?

A nivel global sí, nosotros no.

La economía vasca es exportadora y nos beneficiará.

Tenemos que importar para luego exportar, porque somos pobres en materias primas. Que el comercio mundial crezca, como nos han dicho, cuando en 2009 tuvo el mayor retroceso de los últimos veinte años es bueno para una economía internacionalizada como la nuestra. Que la economía mundial vaya a crecer al 4% significará que sigamos creciendo o estancados al 0,1%, al 0,2% ó al 0,9%, lo que significará que seguiremos perdiendo posiciones.

¿Qué dice el Puerto de Bilbo, que es un termómetro fiel de la economía vasca y en el que ha estado más de dos lustros?

He visto los tres primeros meses del año mejor en tráficos no cautivos de carácter comercial, como contenedores, granel sólido. En abril ha habido una desaceleración. Ha estado Semana Santa por medio, pero es cierto que sabemos de la dependencia del sector de automoción y del metal. Ha habido mucho lingote para fundir y mucha bobina para estampar, pero se han acabado las ayudas al sector de la automoción y se paraliza todo. Está claro que tenemos una economía muy dependiente de los impulsos de las ayudas o de lo que puede venir de fuera.

¿Hay que seguir ayudando a las empresas para mantener el ritmo de ventas y producción?

Creo que sí en alguna medida. No sé si en ayudas con devoluciones a futuro o a fondo perdido, lo cierto es que, en tanto en cuanto el consumo interno y la inversión no se activen, hay que tratar de activarlas desde fuera.

¿Esa inyección está bien?

Ha estado razonablemente bien hasta ahora, lo que ocurre es que buena parte de las mismas se han terminado. Creo que deberían prolongarse, aunque es cierto que representa un mayor endeudamiento de los presupuestos públicos, mayores problemas y el horizonte puede ser complicado. Mira los que ocurre ya con Grecia.

¿Es favorable a aumentar la deuda pública en crisis?

Las situaciones de crisis se dan cuando se dan. Los presupuestos públicos son como son. Está claro que cuando haces un metro o una vertebración de infraestructuras del país estamos pensando que no estamos trabajando sólo para hoy, sino para generaciones futuras. Estamos poniendo parches para lo que hoy tenemos porque si no, los paganos van a ser las generaciones futuras. Con lo cual, que el presupuesto público se endeude, sin llegar a cuestionar su viabilidad, es en este momento cuando hay que hacerlo.

¿Pero debe haber un control para evitar situaciones comprometidas?

Claro, es lo que pasa con Grecia y lo que ha pasado con el sistema financiero mundial, porque muchos de quienes calificaban esa deuda han desaparecido en el camino de la crisis. No podemos entrar en un sistema sin control. Debe existir control del sistema financiero y de los países a la hora de aprobar los presupuestos. En tiempos de bonanza, en Euskadi logramos superávit, que ha servido para acometer situaciones necesarias. Si se han acabado, habrá que endeudarse en lo posible, sin entrar en hipotecas futuras de las que no se pueda salir,

¿El empleo?

Vendrá después, desgraciadamente. Primero habrá que estabilizar la economía, habrá que iniciar la fase de expansión, tendremos que entrar en una fase de crecimiento para que el empleo pueda empezar a generarse. No me conformo con decir que estamos mejor que los demás, porque al que le toca sigue siendo un auténtico drama.

Además, lo de mejor y peor depende con quién te compares. Porque si nos comparamos con otras regiones similares a Hego Euskal Herria estamos peor.

Tiene razón. Probablemente tengamos que estandarizar nuestra estructura económica a la de esos países. Del mismo modo que nos diferenciamos antes de la crisis, tenemos que hacer ver qué tienen esos países y qué niveles de paro tienen para equipararnos, porque es cierto que son sensiblemente menores que los nuestros. Es con esos los que tenemos que compararnos, no con los del Sur.

Por ejemplo, en Alemania y otros países ha caído el PIB más que el español y el vasco, pero ha destruido menos empleo.

Está claro. La respuesta es que aquí hemos mantenido artificialmente una parte de la economía, que tiene su base en el sector de la Construcción, que ha caído con estrépito.

Nos ha llevado a donde nos ha llevado. Burbuja inmobiliaria o llámelo como quiera, pero un sector de la Construcción nos ha llevado a un exceso de oferta privada muy grande, y lo hemos pagado.

Hace unos meses se decía que eso no ha ocurrido en Hego Euskal Herria

La realidad es que no había tanta dependencia inmobiliaria, pero la producción de Nervacero iba a ese sector o al de las cementeras. No nos toca directamente, porque la Industria sí tiene más peso, pero estamos en una economía de vasos comunicantes y lo que afecta al vecino, nos repercute, sin ningún género de duda.

¿Cómo encontró a los representantes de las empresas que están en la Cámara de Comercio en la reunión?

Ayer, pesimistas.

¿Por el paro?

No, porque el Ibex salió mal.

¿Qué nos importa el Ibex si sus movimientos son producto de los especuladores?

Te da un indicador de la economía. Marca unas expectativas. Te llegan alarmas de fuera, te encuentras ante un futuro sin ninguna expectativa. Estamos en una situación que hemos tocado fondo. El problema es que no hay expectativa. Igual es que estamos en una situación que no podemos ir a peor, aunque no lo creo. Todo es manifiestamente empeorable.

Aparte de la falta de expectativas, ¿esas empresas representadas en la Cámara de Comercio ven algo más, porque son las que más empleo han destruido y si no hay empleo no hay consumo?

Es una espiral. Ayer [por el martes 4 de mayo] fue un día de pesimismo. Hace ya un tiempo, en la encuesta de la Cámara de Comercio se mostró que la capacidad productiva llegaba a un 72% y el año pasado estaba a un nivel inferior. Significaba que habíamos tocado fondo. Vendrá una tendencia positiva, pero habrá sobresaltos como los de ayer que la producción industrial cayó o las bolsas mostraron signos muy negativos. No va a haber una tendencia nítida al alza. También tendremos sobresaltos cuando pensemos que vamos por el buen camino, porque llegarán situaciones que nos alterarán. Está claro. El problema en general es que las empresas desconfían. No a todo el mundo le va mal, evidentemente. Sabemos que en épocas de crisis hay gente que hace el mayor negocio de su vida.

¿Qué nota le pone al año de Gobierno de Patxi López?

Ha habido un gran seguidismo de lo que ha venido de Madrid. Nos encontramos con que Patxi López negaba una crisis, cuando la economía occidental había tomado medidas. Hoy es el día que estamos negando la profundidad o la gravedad de la crisis que tenemos. Creo que ha faltado también que desde el propio país se haya actuado con mayor interrelación o fluidez con las diputaciones. De Patxi López he echado en falta medidas económicas propias que se podrían llevar a cabo.

¿Qué les pediría a los empresarios o a las empresas, que son las que están representadas en la Cámara de Comercio?

Les pediría audacia. El empresario siempre ha sido audaz, no arriesgado. Hace falta tener trayectoria, mirar a largo plazo. Buena parte de los problemas que padecemos ahora han sido producidos por la cultura del pelotazo. Esas empresas que sólo han mirado en el corto plazo son las que más están y han sufrido. La verdad es que les pediría ese nivel de audacia y de visión de futuro. ¿Dónde queremos estar dentro de diez años? Es un ejercicio que sí realizaron nuestros abuelos cuando se embarcaron en proyectos, pero que se ha dejado de hacer. Creo que tenemos que pensar a largo plazo, planificar y decidir con rigor y audacia.

Es fundamentral para las empresas vascas. Hay que seguir. Si producimos igual de bien, tendremos que buscar a nuevos demandantes, porque algunos han desaparecido con la crisis. Nos puede pasar igual con las materias primas.

En una situación económica favorable el ir allí te supone perder algo y ganar algo, pero resulta que en una situación en crisis, lo que ibas a perder lo sigues perdiendo y lo que ibas a ganar no lo acabas de ver. Por lo tanto, estás en mala posición.

Aquí hemos estado muy obsesionados con la dimensión. Es importante, pero más que la dimensión es la eficiencia. Igual resulta que has tenido dimensión, pero sin eficiencia no haces nada. Igual en ese caso navarro de Koxka es lo que ha pasado. Vuelvo a vender un producto de calidad, en un mercado no tan generalista, me retiro con otra estrategia a ser eficiente en Navarra, con mayor coste logístico, un producto de más calidad y más margen y con la garantía de unos buenos trabajadores.

O sea que hay que ser eficientes, aunque sean pequeños y agrupados.

Sí, claro. Es una labor que nos toca impulsar adelante desde la Cámara de Comercio y, por supuesto, lo haremos.

¿Cómo ve la evolución del comercio?

La gente desconfía porque no tiene expectativas en el medio plazo. Nadie se esperaba ese nivel de ahorro en un país consumista como el nuestro, pero la gente está posponiendo las compras hasta que una campaña pública facilite el acceso a lo que hoy en día resulte más caro, o a que el entorno nos ayude a consumir. El futuro no se sabe por dónde va. J. BASTERRA

Patxi López

«En el año de gobierno de Patxi López ha habido seguidismo de lo que se ha hecho en Madrid y no se ha actuado con una mayor interrelación con las diputaciones para poner en marcha medidas económicas propias y diferentes»

AYUDAS

«Se deben mantener las ayudas públicas para propiciar el incremento de las ventas»

EMPLEO

«El empleo, desgraciadamente vendrá después. Primero habrá que estabilizar la economía»

«La internacionalización es fundamental para la empresa vasca porque necesitamos compradores»

¿Hay que impulsar la internacionalización de las empresas?

Se ha conocido que la empresa Koxka de Nafarroa abandona una parte de la producción que trasladó a la República Checa y la traslada a Iruñea, ¿qué le parece?

Las deslocalizaciones no han sido la panacea.. Han ido al amparo de un criterio generalizado de crecimiento, y de buscar mercados de oportunidad, pero la realidad ha demostrado que no han sido lo que se esperaba de ellos. Hay varios ejemplos de esta situación.

¿Se han acabado esos mercados de oportunidad que tanto se nos vendió como imprescindibles?

¿Hay que agruparse para salir al exterior con garantías de futuro?

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