En una cumbre contra el reloj, que buscaba un acuerdo antes de la apertura hoy de los mercados financieros en Asia los ministros de Finanzas de la UE buscaron ayer crear un fondo para defender a países miembros en quiebra y al euro de ataques especulativos.

Alemania propuso un extenso plan de ayuda financiero que podría ser utilizado para los países de la zona euro, de un importe total de 500.000 millones de euros y que implicaría también al FMI, según informó a France Press una fuente diplomática europea. Se trataría de un plan de ayuda sin precedentes en la historia y que, a la hora del cierre de esta edición aún se estaba discutiendo.

El plan incluiría 60.000 millones de euros de préstamos concedidos por la Comisión Europea, que había sido cuestionado hasta ahora, así como 440.000 millones que aportarían en caso necesario los países de la zona euro. El FMI prestaría otros 100.000 millones.

Esta última dotación estaría constituida «por préstamos bilaterales, de garantías para empréstitos y de líneas de crédito del FMI», según la misma fuente. Antes de la reunión de los ministros, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, hablaron por teléfono y constataron «un completo acuerdo sobre las medidas que se van a anunciar» en Bruselas, según fuentes de la presidencia francés.

Comisión Europea

El instrumento propuesto por la CE parte de algo que ya existe, la facilidad financiera para la balanza de pagos, que permite a la Comisión captar dinero en los mercados de capitales para prestarlo a los estados miembros con problemas a un precio muy favorable, aprovechando la máxima calificación crediticia (AAA) de la que goza la Unión. Esta facilidad tiene un límite marcado por el presupuesto comunitario (50.000 millones de euros) y el tratado sólo autoriza a usarla con los países que no sean miembros del euro.

La Comisión ha propuesto por ello crear un instrumento parecido, basada en otro artículo del tratado, para poder usarla también dentro de la Eurozona y dotarla de al menos 60.000 millones de euros, una cifra insuficiente, a la vista de que sólo para el rescate de Grecia se han necesitado 110.000 millones hasta ahora.

Paralelamente, Bruselas considera necesario que los estados miembros del euro aporten conjuntamente garantías de crédito adicionales, de manera que la CE pueda lanzar empréstitos sin el límite que supone el presupuesto comunitario.

Según fuentes diplomáticas, el efecto combinado de estas dos vías permitiría movilizar más de 500.000 millones de euros, en caso necesario.

Tampoco se excluye que el BCE pueda formalizar préstamos bajo la forma de compra de su deuda, según fuentes diplomáticas. La UE se encuentra bajo presión ya que la crisis amenaza con tomar una dimensión internacional. El presidente de EEUU, Barack Obama, telefoneó a Angela Merkel, por segunda vez en tres días, con el fin de reclamar «medidas enérgicas para devolver la confianza a los mercados», según indicó la Casa Blanca. También Sarkozy habló con Obama y constató «un acuerdo sobre la necesidad de responder a los desórdenes que actualmente afectan a los mercados».

Déficit español

El fondo de la UE, en cualquier caso, no estará exento de exigencias más duras sobre el control del déficit y las cuentas públicas para poder acceder a los préstamos. Precisamente en Madrid, fuentes gubernamentales españolas anunciaron ayer, poco antes del comienzo del Consejo en Bruselas, que el Estado español endurecerá su plan de reducción del déficit para este año y el siguiente.

La ministra de Economía española, Elena Salgado, anunció a sus socios europeos que el Gobierno español va a rebajar en medio punto adicional el déficit en 2010 y un punto adicional en 2011. Según las fuentes, la reducción de medio punto para este año supondrá un recorte adicional de 5.000 millones de euros y de 10.000 millones para 2011.