En Londres también cuentan los escaños nacionalistas y unionistas
Los ocho diputados del partido unionista norirlandés DUP, los seis del partido nacionalista escocés SNP y los tres de los galeses de Plaid Cymru podrían jugar un papel muy importante en la conformación del próximo Gobierno británico. Mientras llega el momento, los partidos de esas tres naciones siguen valorando el resultado de las elecciones del pasado jueves en sus respectivos contextos políticos.Soledad GALIANA |
En el norte de Irlanda, esta elección era un test para los partidos unionistas: el DUP debía probar que su electorado apoya su política de cogobierno con Sinn Féin frente a la amenaza de su propia escisión, el TUV de Jim Allister; mientras que el UUP esperaba su renacimiento en brazos de la coalición electoral con los conservadores.
Por último, tanto DUP como UUP esperaban ver el resultado de su candidato común en el Sur de Tyrone, donde intentaban arrebatar el escaño a Michelle Gildernew, de Sinn Féin, finalmente reelegida con cuatro votos sobre el candidato unionista.
La respuesta a todas sus incógnitas se resolvió en pocas horas, ya que por primera vez desde finales de los sesenta, el recuento se inició al cierre de los colegios electorales. La victoria de Ian Paisley hijo en el feudo de su padre, con una ventaja confortable frente a Allister, confirmaba que el TUV es mucho ruido para tan pocas nueces. La derrota absoluta de la coalición UUP-Conservadores vuelve a poner en entredicho el liderazgo de Reg Empey, que se opuso a la transferencia de Justicia que se produjo en abril.
La gran sorpresa de la noche fue la derrota del líder del DUP, Peter Robinson, en Belfast Este, frente a la candidata del Partido de la Alianza Naomi Long. Evidentemente, los votantes de Robinson han tenido ya bastante de escándalos matrimoniales y financieros, y esta derrota es una llamada de atención a Robinson y a su partido.
Sinn Féin mantiene sus escaños y es el partido más votado con un 25%. La posibilidad de un primer ministro republicano en Belfast se intensifica y posiblemente fuerce una alianza electoral entre unionistas.
Cabe señalar que el recuento en Derry tuvo que ser interrumpido por la presencia de un coche abandonado que contenía un artefacto explosivo.
En Escocia, todo sigue igual, ya que los partidos políticos repitieron sus resultados de las elecciones de 2005. Los laboristas siguen siendo el partido más votado al Parlamento de Londres en Escocia, con 18 diputados, seguidos del liberal-demócrata con 11 y los nacionalistas con 6. Los resultados no fueron lo esperado por los nacionalistas, que aspiraban a 20 escaños para poder definir la política de Londres hacia Escocia, pero aun así, Salmond espera que sus seis le valgan para promocionar la causa nacionalista en Londres.
Por ahora, el líder independentista ya ha anunciado que sólo considerará una alianza con los laboristas y rechazará negociar con los conservadores.
En similares términos se manifestaron sus homólogos de Gales, la formación Plaid Cymru, aunque se muestran más abiertos a la idea de un pacto parlamentario con los conservadores en cuestiones específicas.
Al no comparecer Sinn Féin en la Cámara de los Comunes, los conservadores sólo necesitan asegurarse 323 votos parlamentarios para formar gobierno, y Cameron espera contar con los del DUP a cambio de concesiones.
Las fuerzas progresistas piden a Clegg que desestime la coalición con los conservadores a favor de una alianza con los laboristas y otras fuerzas progresistas, lo que permitiría la tan reclamada reforma del sistema electoral.
Los equipos negociadores conservador y liberal-demócrata pasaron el domingo encerrados en la oficina del gabinete intentando alcanzar un acuerdo que permita un gobierno de coalición liderado por los conservadores, que tienen el mayor número de escaños en la Cámara de los Comunes pero no la mayoría necesaria para formar gobierno en solitario.
El encuentro del domingo fue descrito como «positivo y productivo» por las partes. Los líderes de ambos partidos, David Cameron y Nick Clegg, mantuvieron una conversación telefónica. William Hague, que coordina al equipo negociador conservador, explicó que las cuestiones discutidas incluian «reforma política, cuestiones económicas, la reducción del déficit, la reforma bancaria, derechos civiles y cuestiones ambientales», con énfasis en la estabilidad económica y el déficit presupuestario. Las reuniones proseguirán hoy.
También se ha hecho público que el líder liberal se entrevistó con el actual primer ministro laborista, Gordon Brown, en la sede del Ministerio de Exteriores. Encuentro también «constructivo». La reunión se produjo tan pronto como Brown volvió de Escocia, donde pasó el fin de semana con su familia.
En encuentro entre Brown y Clegg se produce en el momento en el que más voces se alzan pidiendo un gobierno de coalición laborista-liberal. A los nacionalistas escoceses y a los manifestantes por la reforma electoral, se unen ahora los editoriales del dominical «The Observer» y del diario «The Guardian», así como de los defensores del europeísmo y de los derechos civiles. Soledad GALIANA