Ayer al mediodía la Ertzaintza desalojó y acordonó los alrededores de una vivienda del barrio donostiarra de Aiete, tras encontrar en el buzón dos detonadores industriales de cobre y cable; horas después, ETB informó de que no había explosivo, por lo que se trataba de una amenaza o una broma.

Al parecer, en la vivienda residen una jueza y el jefe de una empresa dedicada a servicios de seguridad, que fue, además, candidato del PP.

Desde Interior de Lakua no confirmaron la identidad de los propietarios de la vivienda donde encontraron los citados materiales, aunque sí indicaron que los hechos ocurrieron en la calle Goiko Galtzara Berri del barrio Aiete de Donostia. Asimismo, señalaron que la zona fue desalojada y, posteriormente, acordonada entre las 12.30 y las 15.00 del mediodía, mientras que los artificieros de la Ertzaintza trabajaban en el lugar en la retirada por si había algún tipo de explosivo junto a los detonadores y el cable.

«Que dejen las armas»

El secretario general del PSE de Gipuzkoa, Iñaki Arriola, tardó poco en salir a condenar el hallazgo. Lo aprovechó para exigir a ETA que «deje las armas». A su juicio, se pone de relieve «la continuidad de la amenaza terrorista sobre los vascos».

Mediante un comunicado, Arriola insistió en la necesidad de «la unidad de los demócratas y de la lucha constante para terminar con esta lacra». Tras mostrar su «apoyo y solidaridad a los residentes de la vivienda donostiarra, y a sus familias, Arriola se mostró deseoso de que «éstos sean los últimos ataques violentos que sufran los vascos». «Deseamos que vivan, por fin, en paz y libertad», recalcó el secretario general del PSE en Gipuzkoa, que se dirigió en todo momento a ETA.

El presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, también se unió a la condena y aseguró que «estas amenazas confirman que nada ha cambiado entre los radicales».

Sémper expresó en un comunicado que «los terroristas no lograrán sus objtivos», porque la «sociedad los rechaza» y «las FSE los persiguen para ponerlos en manos de la Justicia».