Continuismo en la toma de posesión de Juan Luis Ibarra como presidente del TSJPV. Si en 2004 él ejerció de padrino de Fernando Ruiz Piñeiro, ahora éste le devolvió el detalle. Y la amistad y sintonía entre ellos quedaba otra vez de manifiesto en el discurso de Ibarra, quien prometió que ejercería su labor con «prudencia» y «tolerancia», que definió como «virtudes» que también acompañaron la actuación de su antecesor en el cargo.

No cabe olvidar que ambos coincidieron en sus posiciones en casos que generaron tanta polémica como el juicio contra la mayoría de la Mesa del Parlamento de Gasteiz y contra el lehendakari y dirigentes del PSE y la izquierda abertzale.

Arropado como su antecesor

Juan Luis Ibarra mostró ser consciente de que la Justicia española precisa de una labor de «legitimación» en la CAV, lo que, a su entender, debe hacerse con «una tolerancia activa, expresada en términos de lealtad institucional» y de respeto a las «lícitas discrepancias».

A la toma de posesión de Juan Luis Ibarra acudieron representantes de las máximas instancias judiciales y políticas. El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, agradeció especialmente la presencia del lehendakari, Patxi López, lo que -según dijo en su discurso- supone «toda una normalización de unas relaciones institucionales que siempre deben ser fluidas».

«La diferencia de criterios no es nunca un obstáculo entre personas que tienden a la democracia, a una justicia verdadera», añadió Dívar.

Sin embargo, que el lehendakari acuda a la toma de posesión del presidente del TSJPV no es ninguna novedad ni supone cambio alguno. Juan José Ibarretxe ya estuvo en la de Fernando Ruiz Piñeiro en 2004, al igual que antes José Antonio Ardanza había asistido a la de Manuel Zorrilla en 1995.