Como avanza en su título, el autor profundiza en el desarrollo de la lucha que afronta la clase trabajadora griega y extrae varias reflexiones. La primera es que la lucha de clases se mantiene latente durante las épocas de bonanza para salir a la superficie con fuerza en los periodos de crisis como el actual. Además, Gil de San Vicente pone de manifiesto la falsedad que se esconde tras la «Europa democrática», puesto que en el fondo sigue dominando el panorama de la «ley de concentración y centralización de capitales» en virtud de la cual «las burguesías europeas más poderosas han jugado con el pueblo trabajador griego, y con los demás, como juega el depredador con su presa».

La receta que no falla es cargar las consecuencias de la crisis a espaldas de los trabajadores (así gobierna cualquiera, diría también mi aita). O provocar guerras como se hizo con la I y II Guerra Mundiales, porque no fue el «New Deal» o el «Plan Dawes» quien alivió el «crack» del 29, sino la guerra interimperialista