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Pau retrasa la vista de los cuatro detenidos

Los cuatro jóvenes independentistas arrestados la pasada semana en Lapurdi permanecerán encarcelados en la prisión de Muret Seysses después de que ayer se suspendiera la vista para analizar la euroorden dictada en su contra por la Audiencia Nacional española, y que iba tener lugar en el Tribunal de Pau. Mientras, en el de Baiona, dos jóvenes eran condenados a una multa de 150 euros por poner carteles.
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GARA | PAU

La vista para estudiar la euroorden contra los jóvenes independentistas arrestados el pasado jueves en Lapurdi fue suspendida ayer en el Tribunal de Pau y retrasada hasta el martes de la semana próxima. La Audiencia Nacional española no había emitido la documentación necesaria para desarrollar la vista, hecho que fue alegado por la defensa de los cuatro jóvenes, la letrada Amaia Rekarte, para solicitar el retraso de la misma.

Olatz Izagirre, Karlos Renedo, Gaizka Likona y Asier Coloma fueron trasladados al juzgado para las 8.30, media hora antes del inicio de la vista, rodeados de decenas de agentes de la Policía francesa, lo que dificultó las muestras de solidaridad que buscaban ofrecer los cerca de sesenta ciudadanos vascos que se desplazaron desde Euskal Herria hasta Pau.

Una treintena de ellos tuvieron opción de entrar en la sala del juzgado y compartir, mediante gestos y muecas, muestras de apoyos con los jóvenes, que, según el movimiento pro amnistía, estuvieron esposados en todo momento.

Una vez dada por concluida la vista, los familiares más cercanos tuvieron la ocasión de estar con los arrestados durante unos cinco minutos, tras los cuales los cuatro jóvenes vascos fueron trasladados de nuevo entre grandes medidas de control y de manera veloz.

Estos cuatro jóvenes fueron detenidos por la Policía francesa el pasado jueves. La Guardia Civil y la Policía española intentaron arrestarlos en la razia contra el movimiento juvenil del 24 de noviembre de 2009, donde apresaron a 34 jóvenes vascos. Desde entonces, tanto Izagirre como Renedo vivían en Donibane Lohizune, Coloma en Hendaia y Likona en Kanbo, donde, según insistía el movimiento antirepresivo, en el momento del arresto llevaban una vida totalmente pública y contaban incluso con contratos de arrendamiento de viviendas a su nombre.

Multas por carteles

Por otro lado, el Tribunal de Policía de Baiona condenó ayer a Peio Sarraude y Mikel Negueloua a sendas multas de 150 euros por haber realizado pegadas masivas de carteles en Ipar Euskal Herria. El fiscal había solicitado 600 euros de multa para cada uno de ellos.

El pasado mes de marzo, la Gendarmería detuvo a los dos bajonavarros en un control y al inspeccionar el vehículo donde viajaban interceptó carteles que denunciaban el hecho de que en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa haya miles de viviendas vacías cuando mucha gente tiene serias dificultades para encontrar alojamiento. Según informó Askatasuna, desde entonces los dos jóvenes han sido objeto de «presiones e interrogatorios».

Durante la vista, una concentración ante el Tribunal para mostró su solidaridad a Sarraude y Negueloua y denunció la «conculcación de la libertad de expresión».

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