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Un sueño hecho realidad día tras día, Gipuzkoa Basket cumple cien partidos en la liga ACB

Lagun Aro GBC celebrará su partido número 100 en la Liga ACB coincidiendo con el final de la temporada 2009/2010, la más exitosa del cuadro donostiarra en su tercera experiencia al máximo nivel. En el camino, más de tres años de historias, derrotas y victorias.

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Arnaitz GORRITI

Parece que fue ayer, pero ya han pasado más de tres años desde aquel primero de octubre de 2006, y este sábado llegará a los 100 partidos. «9.500 almas que gritaban sin cesar dieron a Illunbe y a Euskal Herria un show que sólo el baloncesto de mejor nivel puede otorgar», se narraba en este mismo periódico en el estreno de Gipuzkoa Basket en la ACB. El rival, Bilbao Basket -que, curiosamente, contaba con Lagun aro como principal patrocinador- se imponía 54-59 en un partido baloncestísticamente malo, pero que, emocionalmente, ponía la piel de gallina. Por primera vez, tres de los cuatro herrialdes de Hego Euskal Herria estaban representados en la Liga ACB.

El Fuenlabrada será el rival del partido centenario. En estos 99 partidos, el cuadro guipuzcoano ha sumado 31 victorias -ocho en su primera temporada, 11 la pasada campaña y 12 en la presente- por 68 derrotas; han pasado 32 jugadores, dos técnicos y dos presidentes. Sólo dos jugadores, Ricardo Uriz y David Doblas, sobreviven del día del debut en la ACB; el cántabro era el capitán de aquel proyecto y el navarro de las siguientes. Ambos han vivido todos los altibajos que ha atarvesado su equipo, pero también el sueño que día a día han construido.

Grandes hitos, grandes dramas

Y es que no hay que olvidar que el primer ascenso de Gipuzkoa Basket llegó casi a hurtadillas. En la campaña 2005/2006, el conjunto donostiarra se estrenaba en la LEB y obtenía el ascenso, superando en semifinales al León, con una dramática remontada y en la prórroga en el Gasca.

Miguel Santos recordaba que el 70% de los equipos recién ascendidos caían al descenso. Y eso precisamente le sucedió a Gipuzkoa Basket tras su primera experiencia en la ACB. Pese a realizar una plantilla de circunstancias y contrarreloj, los entrenados en aquel entonces por Porfi Fisac se mantuvieron fuera de los puestos de descenso hasta la jornada 26. En medio, días de inmensa felicidad como el 7 de octubre, jornada 2, primer triunfo en la ACB, y nada menos que en la cancha del vigente campeón, Unicaja de Málaga, por 80-81; el 19 de noviembre, victoria por 85-87 en el Palau Blaugrana o una semana después, día del primer éxito en Illunbe: 77-59 ante el Granada.

Pero la lesión de Kammerichs supuso la descomposición del equipo y el inolvidable triple de Salgado en La Casilla, 17 de febrero de 2007, un golpe anímico del que nunca se iba a recuperar aquel Bruesa GBC. Pese a las incorporaciones de Pavlidis, Fajardo o Mulaomerovic caería en las 10 últimas jornadas. El 26 de abril, la derrota por 78-82 ante ViveMenorca certificaba la pérdida de categoría. En una escalofriante rueda de prensa, el técnico donostiarra profetizaba entre lágrimas. «Sin tener ninguna claridad sobre mi futuro, sí veo claro que éste es un proyecto de mucho años y este club será muy grande».

Una vez más, el periplo donostiarra por la LEB sería cosa de una temporada. El primero de junio de 2008, tras un agónico Final Four en Cáceres, se lograba el ascenso. Aquel año se dieron importantes pasos de cara al futuro del equipo. San Sebastián Gipuzkoa Basket se convertía en sociedad anónima deportiva; justo a tiempo, con la crisis económica a punto de saltar a la palestra.

Ya de vuelta en la ACB, con gente como Andy Panko, Bernard Hopkins o Lou Roe aportando experiencia, y jugadores como Bojan Popovic, Sergio Sánchez, Isaac López o Carlos Andrade aportando calidad e intensidad, el conjunto donostiarra acometía su segundo año en la ACB con el objetivo de llegar para quedarse. Y se quedó. En la retina, victorias como el 82-81 ante Unicaja, con un triple milagroso de Hopkins en el último segundo de la prórroga, o el triunfo en los dos derbis de Illunbe. En total, 11 victorias que valieron la permanencia y que se consumó tras una derrota en Menorca; en Zaragoza, un triple de, quién si no, Javi Salgado, certificaba la salvación donostiarra.

Y ya por último, la presente temporada, quizá la más difícil: cambio de presidente -Gorka Ramoneda por Miguel Santos- y recorte presupuestario al quedarse solo Lagun Aro como patrocinador tras la salida de Bruesa; también quizá la más ilusionante y con récord de victorias. Se estuvo muy cerca de llegar a la Copa -perder precisamente ante Fuenlabrada lo impidió- y, pese a los apuros vividos tras siete derrotas consecutivas, la fortaleza mostrada en casa, ahora llamada Donostia 2016 Arena, y el triunfo por 71-60 ante el Barcelona el 17 de abril, certificaba la permanencia. Una vida con 99 historias.

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