El presidente navarro, Miguel Sanz, compareció ayer, requerido por NaBai e IU, para explicar por qué recurrirá la nueva ley del aborto ante el Constitucional, cuando la mayoría del Parlamento navarro está a favor de la misma. Sanz se olvidó de la excusa esgrimida hasta ahora de la objeción de conciencia, para remarcar que «el camino a utilizar para cumplir la ley del aborto corresponde definirlo al Gobierno y nosotros ya lo hemos decidido».

El presidente llevó el debate hacia cuestiones técnicas para argumentar que Nafarroa es autónoma para gestionar su sistema sanitario, por lo que la obligación de poner medios para practicar interrupciones del embarazo constituye un contrafuero. Fue su compañero de UPN, Carlos García Adanero, quien afirmó que no permitirán abortos en Nafarroa, porque «ésa es nuestra ideología, que respaldan 140.000 votos». García Adanero tuvo un curioso lapsus al defender el recurso: «La ley va contra nuestro programa, perdón, contra las competencias de Navarra».

Maiorga Ramírez, por NaBai, calificó la situación actual de «escandalosa» y acusó al Gobierno de «actuar de espaldas a la mayoría social y contra la decisión del Parlamento» y también de poner «por encima de los derechos de las navarras una ideología que no es mayoritaria». Desde IUN, Ana Figueras calificó de «insumisión» la postura de UPN. Ambos partidos, junto al PSN, se comprometieron a seguir peleando por este derecho en el Parlamento.