Los senadores demócrata John Kerry e independiente Joe Lieberman presentaron ayer ante el Senado de EEUU un borrador de proyecto de ley sobre energía y cambio climático que, a pesar del avance de la marea negra causada por la explosión y hundimiento de una plataforma petrolífera en el golfo de México el pasado 22 de abril y del desastre ecológico que amenaza la costa sur estadounidense, apoya la polémica perforación en aguas profundas, según AFP y Efe.

Poco antes del vertido, el presidente Barack Obama había anunciado que permitiría la exploración petrolera en alta mar pero tras el accidente decidió suspender nuevas inspecciones.

El hundimiento de la plataforma obligó a los impulsores del proyecto de ley a revisar esta cuestión e incluir más medidas de protección, según indicaron fuentes del Congreso a AFP.

La iniciativa había sido anunciada para finales de abril y fue retrasada después de que el senador Lindsey Graham, el único republicano que negoció con Kerry y Lieberman, retirara su apoyo tras el anuncio de los demócratas de que tratarían de lograr la reforma migratoria al mismo tiempo que la energética.

Exploraciones a debate

Demócratas y republicanos tratan de acercar posiciones sobre si continuar o no la exploración de petróleo en aguas profundas, pero el vertido ha aumentado la reticencia de algunos miembros del partido gobernante. La inclusión en el documento de una expansión de las zonas de perforación en aguas profundas frente al litoral estadounidense, una iniciativa apoyada por la Administración Obama, fue considerada, antes del derrame, clave para obtener el apoyo de los republicanos.

El segundo eje con el que la mayoría demócrata quiere recabar el respaldo republicano es el fortalecimiento de las medidas a favor de la energía nuclear.

Además, de la exploración petrolífera en alta mar y la energía nuclear, el documento incorpora en numerosas medidas para la generación de «energía limpia» en EEUU, la reducción de gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global, mayores protecciones a los consumidores e incentivos para el uso de productos de alta eficiencia energética.

Incluye también «importantes nuevas protecciones» para los estados en la zona costera estadounidense y permite que éstos puedan abandonar voluntariamente y vetar proyectos de exploración marina de crudo.

Además, prevé una regalía o canon del 37,5% para la protección de zonas costeras y sus ecosistemas, algo que podría suscitar las críticas de grupos ecologistas opuestos a ampliar los proyectos de exploración en aguas profundas.

Asimismo, establece hitos para reducir de forma escalonada la contaminación que contribuye al cambio climático.

Para atraer el apoyo del empresariado, la iniciativa incorpora subsidios para las plantas eléctricas que operan con carbón -que generan un tercio de las emisiones anuales de la contaminación que produce este material- y energía nuclear.

Sobre la cuestión de las emisiones tóxicas, la Cámara de Representantes aprobó en junio un proyecto de ley destinado a reducirlas escalonadamente mediante la creación de una bolsa de derechos de contaminación, similar al modelo de la UE.

El primer proyecto de ley fue presentado en otoño de 2009, pero fue retirado ante la feroz oposición de los republicanos. Entonces Kerry, Lieberman y Graham propusieron reducir las emisiones de CO2 en un 17% para 2020 respecto a los niveles de 2005, de acuerdo con lo anunciado por Obama.

En el ámbito internacional, el documento pide que el Gobierno establezca un programa de asistencia a los «países en vías de desarrollo más vulnerables, para proteger y promover los intereses de EEUU».