ATLÉTICO DE MADRID 2 

FULHAM  1

Diego Forlán, el uruguayo con el que la grada del Calderón mantiene una relación de amor/odio y que en su día quiso jugar en el Athletic, entró ayer en la historia del club madrileño al otorgarle, con sus dos goles, el título de la primera edición de la Europa League. En una gris final, a la altura de lo que ha sido una competición de segunda desde su comienzo, el delantero charrúa fue, sin duda, de lo único salvable y cambió la historia de un equipo que parecía destinado a caer víctima de sus miserias.

Y es que, tras un partido en el que el equipo español se fue desinflando ante un equipo que acusó su veteranía y el lógico desgaste físico de 119 minutos, Forlán enganchó un centro desde la izquierda de Agüero para darle, de postura poco ortodoxa y con la colaboración de un central del equipo inglés, su segundo título continental, 48 años después de aquella Recopa que le ganó a la Fiorentina. El golpe, con la prórroga prácticamente finalizada, fue un mazazo del que el Fulham, que previamente había eliminado a Shaktar, Juventus, Wolfsburgo y Hamburgo, no pudo resarcirse.

De más a menos

El Atlético de Madrid fue superior desde el inicio, presionando más arriba y con más posesión del balón, pero tras un aviso de Forlán en el minuto 11, con un disparo al palo, necesitó de una jugada irregular para adelantarse en el marcador.

En torno a la media hora de juego, un remate defectuoso del Kun Agüero se convirtió en un magnífico pase para el uruguayo que, desde una posición adelantada, fusiló a Schwazer prácticamente a bocajarro.

Sin embargo, el equipo londinense se rehizo enseguida y consiguió empatar seis minutos después, tras una buena jugada de su estrella Zamora y el habitual fallo de Perea, que dejó el balón para que Davies marcara de volea.

A pesar de que Bobby Zamora, que llegaba tocado, tuviera que abandonar el terreno de juego, el equipo de Roy Hodgson se hizo con el control del partido en la segunda mitad, sin pasar por apuros en defensa y con alguna que otra buena oportunidad ante la portería de De Gea.

Damian Duff, otra de las estrellas del Fulham, también tuvo que abandonar el terreno de juego por problemas físicos, que fueron una losa demasiado pesada para un equipo tan veterano, pero los cambios de Quique Sánchez Flores, especialmente Salvio, tampoco aportaron nada y el partido se fue a la prórroga sin que nadie fuera capaz de remediarlo.