La Fiscalía de Iruñea llevó ayer a tres jóvenes de Barañain a juicio por ocupar durante una semana un piso de Barañain, que estaba declarado en ruinas y donde no vivía nadie desde hacía una década. Durante su estancia en la vivienda reemplazaron la puerta y limpiaron la basura que otros «sin techo» habían dejado.

Los jóvenes están acusados de desobedecer a los agentes de la Policía Municipal de Barañain en dos ocasiones. Los agentes acudieron tres veces hasta la vivienda ocupada, los días 15, 16 y 18 de mayo del pasado año. Las dos primeras ocasiones, la Policía no mostró ningún tipo de documentación. En la tercera visita, apareció con una orden de desalojo e, inmediatamente, los tres okupas recogieron y abandonaron la vivienda.

Los policías municipales confirmaron que el trato con los acusados fue «muy correcto en todo momento». Sin embargo, el fiscal ve un «delito claro y reiterado de desobediencia», por el que pide penas de siete meses de cárcel. Por otra parte, el fiscal solicitó que, si se les absuelve del delito de desobediencia, se le impute otro por usurpación y se les impongan multas de 1.200 euros a cada uno.

La denuncia se retiró

Según testificaron acusados y agentes, el inmueble era utilizado con frecuencia por indigentes para pasar la noche. «Nosotros queríamos un lugar donde vivir hasta que se arreglara nuestra situación económica -explicó uno de los encausados-. El piso estaba lleno de basura de otra gente y lo habilitamos para poder trasnochar: limpiamos la casa y arreglamos la puerta. Además, pedimos a los policías el contacto del propietario para buscar un acuerdo».

Las defensas afirmaron que el propietario ha retirado la denuncia y que en caso de haber desobediencia, ésta debe considerarse falta. Además, solicitaron que la multa tenga en cuenta la situación económica de los acusados.