Pese al cada vez mayor desprestigio de la Iglesia cat�lica a causa de los esc�ndalos de pedofilia de numerosos sacerdotes en varios pa�ses europeos y americanos, cerca de 500.000 personas se reunieron, seg�n los organizadores, ayer en F�tima (Portugal) en la visita del Papa.

Seg�n el religioso Manuel Morujo, portavoz de la Iglesia lusa, la presencia de tal muchedumbre representa un mensaje de apoyo a Ratzinger. Los cat�licos �saben distinguir�, dijo Morujo, entre los casos de pedofilia y �la enorme mayor�a de los sacerdotes�.

Si bien la cifra anunciada por la Iglesia no fue confirmada por fuentes independientes, la explanada del santuario de F�tima, con una capacidad para 300.000 personas, aparec�a abarrotada, por lo que muchos asistentes se quedaron en las inmediaciones.

El Gobierno socialdem�crata hab�a decretado, con motivo de la visita del Papa, d�a festivo nacional, y los sindicatos y la patronal pusieron el grito en el cielo, asegurando que es una irresponsabilidad que un pa�s que, seg�n la mayor�a de los analistas, puede ser el siguiente en seguir los pasos de Grecia.