Giro 2010
Matthew Lloyd se transforma en cisne y suma una notable victoria
A. G.
Los patitos feos suelen quedarse en patitos feos, al menos en lo que al ciclismo se refiere. los gregarios suelen pasarse años y años haciendo una labor sorda, ciega y hasta muda, en el que reciben el agradecimiento de sus líderes y compañeros de equipo, pero sin que apenas trascienda para el gran público su buen hacer. Por eso se explique por qué los compañeros del conjunto OmegaPharma - Lotto se alegraron casi más que el vencedor de la sexta etapa del Giro, el australiano del citado equipo Matthew Lloyd.
El corredor oceánico se impuso en la meta de Marino Di Carrara después de protagonizar una cabalgada junto con el suizo del Androni, Rubens Bertogliati. Ambos ciclistas decidieron abandonar el abrigo del pelotón en el kilómetro 45 y consiguieron burlar la vigilancia del gran grupo y marchar juntos hasta que faltaban 11,5 kilómetros para la línea de meta, en la última dificultad orográfica de la jornada.
Dado que la etapa constaba de tres puertos de montaña, los sprinters decidieron no preocuparse por pelear por la victoria -de hecho, el único velocista que intentó algo fue Alessandro Petacchi, que saltó del gran grupo en pos del dúo escapado en un intento suicida que, obviamente, no cuajó-, mientras que Liquigas dejó hacer al dúo. La pareja protagonista supo compenetrarse bien, hasta que en el último puerto Lloyd, sabedor de que Bertogliati iba a resultar un peligroso adversario al sprint, demarraba y conseguía descolgar al helvético, plantándose en la meta de Marino Di Carrara en solitario.
Mientras, en el pelotón hubo sustos, como el pinchazo de Sastre y la avería de Millar, y escaramuzas de gente como Gerdemann o Simoni.
Por otro lado, la vizcaina Eneritz Iturriaga debutó con nota en el 26º Tour de l'Aude femenino, finalizando a 17 segundos de la holandesa Regina Bruins (Cervélo) en los 3.900 metros de la ventosa cronometrada individual de Gruissan, que abrían una larga prueba de diez días por la Provenza y los Alpes franceses, y que se extenderá hasta el día 23.
«He sido de las primeras en partir y sin referencias, pero me he esforzado al máximo y he quedado satisfecha. El viento era fortísimo, pero lo importante es haber encontrado tan buenas sensaciones», apuntaba la de Abadiño tras terminar la contrarreloj.
En otras pruebas profesionales que se disputaron ayer, Van Hummel (Skil) ganaba la primera etapa del Tour Picardie mientras Sebastien Duret (Bretagne-Schuller) se llevaba la segunda etapa de la Rhone-Alpes Isere Tour.