El PP sabía de primera mano que el Ministerio de Interior negaba que el Gobierno español o el PSE estuvieran negociando nada con ETA. El propio Alfredo Pérez Rubalcaba se lo había dicho personalmente en la mañana de ayer a su enlace para estas cuestiones, Federico Trillo. Pero el partido de Rajoy quería que el desmentido fuera público y en rueda de prensa amenazó incluso con romper el pacto con el PSE que sustenta a Patxi López en la CAV. A los pocos minutos, Rubalcaba aprovechaba una comparecencia que tenía convocada en el Ministerio para formalizar el desmentido oficial que había pedido el PP, y Lehendakaritza remitía a los medios un comunicado.

Todo había partido de un titular de «El Mundo» que afirmaba en su primera página que «ETA dice tener abierta la `vía Txusito' para relanzar el diálogo». La noticia no ofrecía ninguna concreción, ni tampoco recogía textualmente la redacción del supuesto documento intervenido a la organización armada y que estaría fechado a finales de verano del pasado año. Sí daba por hecho que la mencionada vía hacía referencia a Jesús Eguiguren y especificaba que no se hablaba de «una negociación en curso» sino de la existencia de «una vía viva de contacto».

Pacto «en peligro de muerte»

Con tan escasos mimbres el PP hizo su cesto. Primero fue el presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, quien en una emisora de radio, preguntado por si cree que hay un contacto establecido entre la izquierda abertzale y el PSE, respondía que «cualquier cosa puede ser». Luego aseguró que si se demostrara que hay contactos entre ETA y representantes del PSOE, «repercutiría» en el Gobierno de Lakua porque sería «incompatible» con el acuerdo PSE-PP.

Luego nada menos que la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, exigía al Ejecutivo español que desmienta «de forma clara» que nadie de su partido está hablando con ETA. Añadía que si no es así, el PSE estaría poniendo «en peligro de muerte» el pacto que mantiene a Patxi López.

Cospedal reconoció que Rubalcaba ya se lo había desmentido a Trillo, pero afirmó que esa aclaración debía ser «pública y oficial». «Si el Gobierno no quiere desmentir que hay negociación con ETA, habría que pensar lo contrario», concluyó.

Y el desmentido público llegó. Primero fue el propio Rubalcaba quien lo negó. E incluso dijo que no quieren ver «ni en pintura» un nuevo proceso. Aseguró que en el documento referido no tiene constancia de que se haga mención a la «vía Txusito», pero añadió que no parece que ETA se fíe de los interlocutores del Gobierno y dijo que incluso se hace mención a que «hay más opciones y garantías de negociar con el PP». El ministro pidió a Cospedal, por ello, que «no enrede con las cosas de comer».

Poco después Lehendakaritza hacía público un comunicado en el que aseguraba que «la única vía abierta con ETA y su entorno es la que conduce a la cárcel a los terroristas y a sus colaboradores».