Tras la protesta masiva del sábado en contra de la política lingüística del Gobierno de UPN, Miguel Sanz se encoge de hombros. Argumenta que su partido se presentó a las elecciones «con un programa en relación al euskera» y que lo desarrollan y lo cumplen estrictamente, «hasta las ultimas consecuencias». Esta fue su respuesta a la petición que miles de ciudadanos hicieron el sábado de poder vivir en euskara en Nafarroa. Tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, y a preguntas de los periodistas, Sanz declaró que «todo el mundo puede considerar oportuno manifestarse por lo que crea procedente», pero añadió que la manifestación no le preocupa.

Y eso que su dimensión fue mayor incluso que la esperada. Según datos oficiales de la Policia Municipal de Iruñea, fueron 15.000 personas las que se opusieron a las trabas del Gobierno navarro. La manifestación recorrió dos kilometros y medio de las calles de Iruñea, y el grupo llegó a alcanzar dos kilometros de gente que iba llegando escalonadamente a la Plaza del Castillo, lo que hizo imposible un recuento exhaustivo. Además, los últimos en llegar tardaron una hora más que los primeros, debido a la cantidad de gente que se acercó a la ciudad desde distintos puntos de Nafarroa y de otros herrialdes.

Pese a la evidencia de los recortes presupuestarios que han sido el último detonante de esta movilización, Sanz afirmó que «nadie puede decir, salvo que lo haga con criterios estrictamente políticos», que UPN ha actuado en contra del euskera. Matizó que siempre ha defendido su uso «como un instrumento de comunicación y no como una plataforma política» y que tiene claro que la base de su política será la Ley del Vascuence y la zonificación que impone.

El mandatario navarro añadió que los integrantes de UPN actúan con sinceridad y que en todo lo relacionado con el euskara son «de piñon fijo». Y que su principio motriz es que «quienes confunden euskera con Euskadi o Euskal Herria están equivocados».

Una de las grandes críticas de los manifestantes se refería a la sobrevaloración del inglés, el francés o el alemán respecto al euskara en los concursos de acceso a la Administración. Sanz tampoco se movió un milímetro en este ámbito concreto: reiteró una vez más que no quiere que «el euskara se convierta en un instrumento de ventaja», porque entiende que discriminaría a quienes no lo saben.

Desde Nafarroa Bai, Patxi Zabaleta saludó el éxito de la marcha y opinó que «obliga» al Gobierno navarro a propugnar la cooficialidad en todo el territorio, eliminando la zonificación. En declaraciones realizadas en el Parlamento, destacó que ha sido la manifestación más numerosa por el euskara en Nafarroa en muchos años y que ha trasladado «un mensaje de libertad para los ciudadanos».