Arropados por un nutrido grupo de vecinos de Bilbo y representantes de distintos organismos, los dos trabajadores del establecimiento hostelero de la asociación Irrintzia del Casco Viejo explicaron ayer los motivos por los que han decidido no presentarse en la Audiencia Nacional española.

Julen Orbea y José Manuel Rivero Marcos estaban citados ayer por la mañana en Madrid para tomarles declaración por las fotografías de presos políticos vascos colocadas en el establecimiento en el que trabajan. En lugar de comparecer ante el tribunal especial, defendieron en la rueda de prensa que «desde el convencimiento de lograr una sociedad más justa y democrática, no podemos permitir que la solidaridad con los presos y la denuncia de su situación sea un delito».

Orbea resaltó que Euskal Herria «es y será siempre un pueblo solidario con las personas más desfavorecidas ante las injusticias» y que los retratos de los prisioneros políticos vascos son «la herramienta para denunciar la conculcación de sus derechos». «La foto simboliza el sufrimiento de cada persona presa mucho más que mil palabras», añadió.

En este sentido, indicó que las fotografías de sus vecinos encarcelados «no son para enaltecer su militancia en ninguna organización» ni se pretende «humillar ni menospreciar a las personas que han perdido a sus familiares a lo largo de duros y largos años de conflicto político armado».

Los taberneros fueron citados a partir de una querella de la asociación ultra Dignidad y Justicia a raíz de una actuación de la Ertzaintza que retiró las fotografías. Por ello, emplazaron al consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, a que explique en que parte del Código Penal está tipificada como delito la «solidaridad».

En los últimos meses han sido numerosas las ocasiones en las que la Policía autonómica ha entrado en ese mismo local a quitar fotos de presos. A pesar de ello, animaron a la sociedad vasca a que continúe expresando su solidaridad hacia los presos políticos vascos.

Las agencias de información señalaron que el juez Ismael Moreno deberá decidir ahora si vuelve a citarlos o solicita su detención a las FSE para asegurar su presencia en la sede judicial.

Por otro lado, ayer se manifestaron 52 personas en Iurreta por los presos, 22 en Ataun, 15 en Legorreta, 96 en Ondarroa, 22 en Zaldibia, 15 en Zaldibar, 21 en Altza, 35 en Trintxerpe, 21 en Zorrotza, 19 en Añorga y 12 en Euba. Anteayer hicieron lo mismo 50 vecinos de Altsasu.