Irán presenta el acuerdo sobre el uranio como el fin de la crisis
El acuerdo para enriquecer el uranio iraní en Turquía bajo el control de la AIEA fue presentado por Teherán como el fin de la crisis que mantiene con los estados occidentales debido a su programa nuclear. Sin embargo, la respuesta de EEUU y los estados europeos fue de incredulidad y no descartaron nuevas sanciones. Brasil, que ejerció de mediador, se anotó un gran tanto diplomático, al igual que Turquía, que aumenta su influencia en la región.
Siavosh GHAZI (AFP)
Irán, Turquía y Brasil adoptaron ayer una propuesta común de intercambio en territorio turco de combustible nuclear iraní por uranio enriquecido al 20% para intentar solucionar la crisis surgida de la política de enriquecimiento de uranio de Teherán.
El acuerdo, fruto de una mediación de Brasil y Turquía, fue firmado por los ministros de Exteriores de los tres países en presencia de los presidentes iraní, Mahmud Ahmadineyad; y brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva; y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
El proyecto prevé especialmente el envío a Turquía por parte de Irán de 1.200 kilos de su uranio débilmente enriquecido (3,5%) para ser cambiado en el plazo máximo de un año por 120 kilos de combustible altamente enriquecido (20%), necesario para el reactor de investigación nuclear de Teherán, indicó el portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, Ramin Mehmanparast.
La propuesta de los tres países será comunicada en el plazo de una semana a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), añadió Mehmanparast.
«El lugar de almacenamiento del uranio iraní será Turquía, bajo la supervisión de Irán y de la AIEA.
Si las grandes potencias aceptan esta propuesta, «Irán enviará en un plazo de un mes 1.200 kilos de su uranio débilmente enriquecido a Turquía», añadió.
Nada más darse a conocer el acuerdo, el ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, indicó que las sanciones contra Irán dejaban de ser necesarias.
«Este acuerdo puede ser considerado como positivo. Hoy, ya no hay necesidad de sanciones» contra Irán, declaró.
El ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim, estimó que la propuesta demuestra que «siempre hay que dar tiempo a la diplomacia y a la negociación», subrayando que el acuerdo «reconoce el derecho de Irán a utilizar la tecnología nuclear y el enriquecimiento de uranio con fines pacíficos».
El responsable de la Organización Iraní de Energía Atómica, Alí Akbar Salehi, señaló, por su parte, que la pelota está ahora en el tejado occidental.
«Irán, aceptando la propuesta turca y brasileña, ha mostrado su buena voluntad. A partir de ahora, la pelota está en el tejado de los occidentales y el grupo de Viena [EEUU, Rusia y el Estado francés], que tienen que dar una respuesta adecuada a la oferta de cooperación de Irán», declaró.
EEUU, Rusia y el Estado francés propusieron en octubre a Teherán, bajo los auspicios de la AIEA, que entregase 1.200 kilos de su uranio débilmente enriquecido para que fuera enriquecido en Rusia y posteriormente transformado en el Estado francés en el combustible que Irán necesita. Teherán, invocando un problema de confianza, rechazó esta propuesta.
En febrero, Teherán comenzó la producción de uranio enriquecido al 20%, acelerando la movilización de los occidentales y Rusia para la adopción de nuevas sanciones en la ONU.
Occidente mantiene la presión sobre Teherán, asegurando que «el problema del programa nuclear iraní permanece», a pesar de la firma del acuerdo entre Irán, Brasil y Turquía.
«No nos engañemos: una solución a la cuestión del reactor de investigación civil iraní no solucionará nada el problema del programa nuclear», señaló Bernard Valero, un portavoz del Ministerio francés de Exteriores.
«La raíz del problema nuclear iraní es la continuidad de las actividades de enriquecimiento en Natanz, la construcción del reactor de agua pesada de Arak, la ocultación del centro de Qom, las preguntas de los inspector de la AIEA que no han respondido hasta hoy», añadió.
«Irán sigue siendo una seria fuente de inquietud, especialmente por su falta de colaboración con la AIEA», afirmó el subsecretario británico de Exteriores, Alistair Burt, quien destacó que hay que seguir presionando para que la ONU apruebe nuevas sanciones contra Irán.
El presidente de la Unión Europea, Herman van Rompuy, señaló que «nuestra posición no ha cambiado: seguimos estando preocupados por el programa nuclear iraní».
El presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, pidió ayer aclaraciones sobre si Irán seguirá enriqueciendo uranio pese al acuerdo con Turquía y Brasil.
El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, por su parte, señaló ayer que toman parte del acuerdo de Teherán, Ankara y Brasilia, «pero teniendo en cuenta los antecedentes de Irán, EEUU y la comunidad internacional siguen manteniendo su inquietud ante su programa nuclear». GARA