GIRO
Los sprinters plantan cara a las adversidades
GARA | CAVA DI TIRRENI
Entre el trazado, la meteorología y otras incidencias propias de la carrera, los sprinters no están teniendo demasiada bolilla en este Giro. Y como quiera que, en breve, sus posibilidades se van a reducir a la mínima expresión, ayer plantaron cara para que uno de los suyos pudiera levantar los brazos.
No fue fácil, ni para ellos, ni para el resto -que se lo pregunten a Carlos Sastre, que se dejó casi otros dos minutos por culpa de un pinchazo-, porque los 188 kilómetros entre Frosinone y Cava De Tirreni tuvieron entre sus invitados al viento y los aguaceros tropicales, que dejaron la calzada impracticable por momentos.
No faltaron los cuatro valientes -Cheula, Stamsnijder, Barry e Ignatiev-, que saltaron a las primeras de cambio, por si el temporal se llevaba también la caducidad de su intentona. No tuvieron esa fortuna porque el pelotón aceleró conforme se acercó a la meta. Y se rompió hasta el punto de que la general pudo volver a desbaratarse, con Vinokourov y Evans circulando en pelotones diferentes. Al final se reagruparon y hasta echaron un pulso en los metros finales. No estaban los galgos para bromitas y acabaron engullidos para que Matthew Goss -otro hombre forjado en la pista y tercer austrialiano que se lleva una etapa en nueve días- cantara victoria.
La décima etapa lleva hoy al pelotón a orillas del Adriático, con los 230 kilómetros entre Avellino y Bitonto.
Tour de California
Mark Cavendish (Columbia) se adjudicó la primera etapa del Tour de California, de 167,8 kilómetros entre Nevada City y Sacramento. El corredor británico se impuso al sprint a Juan José Haedo (Saxo Bank) y Alexander Kristoff (BMC), en una jornada en la que la cruz fue para Tom Boonen. El flamenco sufrió una fuerte caída en el último kilómetro y, aunque no sufre ninguna fractura y pudo cruzar la línea de meta, padeció multiples abrasiones y quemaduras graves en glúteos y espalda.