Brasi Bartolomé y Belén Ortueta Izquierda abertzale de Amurrio
La Red de Alta Tensión entre Castejón y Gasteiz
El tema de la Red de Alta Tensión (RAT) entre Castejón y Gasteiz ha generado una importante contestación social y con ello un reposicionamiento político que ha dejado en evidencia tanto al PSOE como a PNV y EA. Teniendo en cuenta que el tema viene de atrás, conviene empezar haciendo un poquito de historia.
El proyecto en sí responde única y exclusivamente a los intereses de las grandes empresas eléctricas que utilizarían esta red para hacer llegar energía (caso del TAV) o evacuarla (caso de los grandes proyectos eólicos). Ésta es la principal cuestión, porque no se trata de un proyecto ligado al desarrollo de Araba, de Gasteiz o de las zonas que atraviesa.
Hace unos años, cuando se presentó el proyecto, se jugaba con más de una alternativa, y al final se escogió la que atravesaba las zonas menos pobladas (Lizarraldea, montaña alavesa, Trebiñu) pensando que la contestación social y la capacidad de protesta sería menor. Craso error. Lo cierto es que la respuesta ha sido ejemplar y sobre todo transversal, es decir, la respuesta popular ha sido capaz de arrastrar a todos los representantes de todos los partidos (concejos, ayuntamientos, cuadrillas) de la zona, eso ha obligado a posicionarse a sus mayores (Juntas, Diputación, Parlamento). Aquí es donde comienza la refriega política.
Red Eléctrica Española (REE), aunque la protesta era considerable, al final presentó un proyecto de gran impacto: torres de 80 metros que atraviesan las zonas mejor preservadas de Araba (montaña alavesa, Trebiñu, montes de Vitoria...).
En este aspecto es necesario destacar el papel jugado por la Diputación. En lugar de seguir los pasos de la plataforma y la protesta popular, que planteaban un claro «no» al proyecto presentado por Red Eléctrica, la propia Diputación se empeñó en dar una alternativa de trazado. PNV y EA apostaron por un segundo trazado para la red de alta tensión que no es otro que Sakana y Lautada, la N1. Lo hicieron sabiendo que técnicamente era inviable y pensando que REE y el PSOE nunca lo apoyarían. Pero lo hicieron.
A finales de marzo, REE presenta oficialmente el proyecto «Mendialde-Trebiñu»; en abril reciben más de 4.000 alegaciones y se realizan todo tipo de protestas y movilizaciones.
La cronología sigue con que el PSOE, tras la oposición popular al proyecto de Red Eléctrica Española, se decanta a favor del proyecto N1 (Sakana-Lautada).
Entonces la cuestión es que el PNV, que había apostado por el tramado N1 porque pensaba que REE nunca daría su brazo a torcer, de repente se da cuenta de que tiene un problema: sus concejales y alcaldes de Lautada estan alarmados por las posibles protestas y fuerzan a plantear otra alternativa: la BIOK, que carece de base técnica, viabilidad e información. Un giro más del partido jeltzale, que no hace caso a los pueblos y a sus gentes que dicen claramente «no» al proyecto de red de alta tensión, ni por un lado ni por el otro.
El colectivo contra la red rechaza todos los proyectos porque entienden que ya existe un corredor, el que usa la central nuclear de Garoña (el del Ebro), el que va a dejar de utilizarse en 2013, cuando Garoña cierre.
Para concluir, desde la izquierda abertzale siempre hemos mantenido la misma postura: Araba ni quiere ni necesita una nueva red de alta tensión, el proyecto no responde a los intereses de Araba y el impacto es enorme en cualquiera de sus trazados. Así que la izquierda abertzale de Amurrio se opone a todos los trazados y denunciamos sus impactos. No al proyecto y sí a la alternativa «0».