Obama viaja a Louisiana mientras se pide cautela ante el cierre del pozo
Barack Obama viajó ayer a Louisiana para conocer de cerca la lucha contra la marea negra, mientras las autoridades estadounidenses advierten de que aún es pronto para cantar victoria después de que BP lograra el jueves taponar el pozo que vierte petróleo.GARA |
El presidente de EEUU, Barack Obama, viajó ayer a Louisiana para observar la lucha contra la marea negra, mientras las autoridades han advertido de que es muy pronto para cantar victoria tras el taponamiento de la fuga de petróleo por parte de BP.
La catástrofe en el Golfo de México constituye la peor marea negra en la historia de EEUU, reconoció Obama durante una conferencia de prensa el jueves.
En el transcurso de su visita a la zona, Obama se entrevistó con el responsable de los guardacostas que coordinan las operaciones, el almirante Thad Allen.
Ayer, el grupo británico BP indicó que la marea negra le había supuesto un coste de 930 millones de dólares [750 millones de euros], incluyendo los costes de almacenamiento y limpieza, las sumas entregadas a los estados costeros, las indemnizaciones ya reembolsadas y las operaciones destinadas a detener la fuga.
En cualquier caso, BP añadió que era «demasiado pronto para cuantificar los demás costos potenciales y las responsabilidades asociadas al incidente».
Por otra parte, la directora de la Agencia estadounidense de Medio Ambiente (EPA), Lisa Jackson, anunció ante el Congreso que BP utilizará a partir de ahora menos productos químicos para disolver el petróleo.
La pasada semana, la EPA y los guardacostas exigieron a BP que utilizase disolventes menos tóxicos, «y esta orden ha dado resultado», dijo Jackson.
El petróleo dejó de fluir el jueves desde el fondo del Golfo de México gracias a una operación de taponamiento de la fuga. La interrupción del flujo era cada vez más urgente, ya que el crudo salía a un ritmo de dos a tres millones de litros al día desde hace cinco semanas, según una nueva estimación suministrada por un grupo de expertos de la Administración estadounidense, es decir, un ritmo cuatro veces superior al que se había creído hasta entonces.
Los equipos de intervención «han logrado estabilizar la entrada de los pozos, han inyectado líquidos en su interior. Han detenido el escape de hidrocarburos», afirmó el almirante Allen, quien se preocupó de puntualizar que «esto no significa que el ejercicio haya terminado». Esta operación, en cualquier caso, ha sido la primera que ha funcionado desde que comenzó la fuga.
La Administración estadounidense dio el jueves luz verde a la construcción de una isla artificial para impedir que la marea negra toque una parte de las costas de Louisiana.
El comandante de guardacostas Thad Allen, que dirige la intervención de la Administración contra la marea negra, aprobó una parte de la propuesta de Louisiana de erigir una barrera experimental que, si funcionara, podría insertarse en la construcción de una estructura más ambiciosa para separar la mayor parte de la mancha de petróleo de las costas de Louisiana.
«El Estado de Louisiana ha presentado una petición al Cuerpo de Ingenieros [del Ejército de Tierra] para construir una serie de islas que sirvan de barreras», dijo el almirante Allen durante una conferencia de prensa en Venice, un puerto del sur de Louisiana.
Durante otra conferencia de prensa en Washington, el presidente Barack Obama defendió el tiempo que se ha tomado su Administración para aprobar este plan propuesto insistentemente por el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal. El retraso, según Obama, se debe a que han analizado detalladamente el tema. GARA
La operación consistente en cementar los pozos de petróleo para detener la marea negra durará al menos otras 24 horas y probablemente más, según confirmó la multinacional BP.