El Ayuntamiento de Lleida aprobó ayer por 23 votos a favor (PSC, CiU, PP y un edil independiente), uno en contra (ICV) y dos abstenciones (ERC) una moción que prohíbe el uso del burka y el niqab en los edificios y equipamientos municipales.

Se trata del primer municipio en los Països Catalans y en el Estado español que toma una medida de este tipo.

El concejal de ICV, Ramon Camats, acusó a los promotores de la moción (PSC, CiU y PP) de «hacer campaña para Plataforma per Catalunya [del ultraderechista Josep Anglada], de colocar a Lleida en el mapa de forma negativa por un enorme error político y social, al igual que ha pasado en Vic, y de favorecer la xenofobia».

El alcalde, Àngel Ros (PSC), aseguró que el objetivo es otorgar derechos a los inmigrantes.