La permanencia en Okinawa de la base de EEUU resquebraja el Gobierno nipón
Tras meses de tensión, Japón y EEUU acordaron ayer mantener en Okinawa la polémica base militar estadounidense, en contra de la opinión de la población local y de la ministra de Consumo, que fue destituida y que pone en peligro la coalición de Gobierno que lidera Yukio Hatoyama.GARA |
El primer ministro japonés, Yukio Hatoyama, acordó con EEUU mantener en la isla de Okinawa su polémica base militar, como ya avanzó el domingo. Hatoyama incumple así una de sus grandes promesas electorales.
La decisión, a la que se opone mayoritariamente la población de Okinawa, puede acabar costándole el cargo al primer ministro, muy impopular por su manejo del tema y que ayer, por primera vez, tuvo que destituir a la ministra de Consumo y líder del pacifista Partido Social Demócrata (PSD), Mizuho Fukushima, por rechazar el pacto.
El acuerdo implica que la base aérea de Futenma, con 2.000 marines y ubicada en plena zona urbana de Ginowan, sea trasladada a Henoko, en Nago, un área menos habitada del norte, informó Efe. El pacto es, sustancialmente, idéntico al firmado en 2006 por el Ejecutivo del Partido Liberal Demócrata, y al que se opuso Hatoyama durante la campaña con la que arrasó en las elecciones generales de agosto. Hatoyama dijo que se jugaría el puesto para anularlo, aunque no parece dispuesto a dimitir. Pero muchos analistas coinciden en que sus días al frente del país están contados y que podría renunciar antes o después de los comicios del 11 de julio para la renovación parcial del Senado.
Hatoyama ha tardado ocho meses en decidir que todo siga igual, lo que le ha costado gran parte de su credibilidad y el mayoritario respaldo que tenía. Su popularidad, que superaba el 70% hace ocho meses, apenas roza hoy el 20%, según agencias.
Con este acuerdo se ha puesto fin a meses de disputa bilateral, en los que EEUU ha rechazado todas las alternativas presentadas por Tokio, pero deja al Gobierno nipón en una delicada situación política. Fukushima era la ministra más a la izquierda del Gobierno y secretaria general de un partido que aboga por mantener el carácter pacifista de la Constitución nipona y se opone a la permanencia de tropas de EEUU en Japón. Su formación evaluará en los próximos meses si abandona la coalición de Gobierno, que comparte con el Partido Demócrata y el Nuevo Partido del Pueblo.
Las únicas variaciones aparentes son que este acuerdo no establece fecha para el traslado de la base a Henoko, en Nago, -el anterior marcaba 2014-, pone más acento en la protección medioambiental y admite que algunas de las maniobras realizadas hasta ahora en Okinawa podrían llevarse a otros lugares de Japón o incluso fuera.
El Gobierno confía en que las autoridades de Okinawa lo apoyen, pero Susumu Inamine, alcalde de Nago, ya aseguró que la posibilidad de llevar la base a su localidad es «cero» y que no tiene intención de negociar, según la agencia Kiodo citada por Efe.
El primer ministro nipón, Yukio Hatoyama, volvió a pedir perdón por incumplir su promesa electoral y recalcó que, aunque el plan «no es perfecto», la presencia militar de EEUU es «indispensable» para la seguridad de Japón.