Un grande de esto como Manel Comas dijo en su día que en tiempo de play-off «cualquier agujero es trinchera» y el Baskonia supo ayer refugiarse en la suya en los momentos malos de la primera parte para reencontrarse con su mejor juego en la segunda y, estando más equilibrado y acertado en los minutos calientes, conseguir esa primera victoria tan importante en este tipo de series a cinco.

Apoyados en un Zurbano que se crece en todos los partidos con los blancos como rivales, los azulgranas mostraron su versión más dura y consiguieron encarrilar una eliminatoria en lo que el físico será vital.

La dura eliminatoria disputada ante Cajasol, que exhibió una gran defensa, parece le sirvió al Real Madrid para ajustarse a un partido de play-off. Messina trajo muy bien estudiado el pick and roll baskonista y, sin poder conectar el juego con Splitter, el Baskonia estuvo muy incómodo, sin fluidez en ataque y sin poder encontrar el acierto.

Cerrando bien el rebote, a duras penas el Baskonia pudo aguantar al término del primer cuarto (16-16), pero sólo anotó diez puntos en el segundo, lo que gracias también a un triple sobre la bocina de nueve metros de Bullock, permitió a los blancos marcharse con ocho puntos de renta al descanso.

Gran tercer cuarto

El descanso sirvió para que el Baskonia consiguiera igualar la cera que se repartió en las defensas y eso le permitió acelerar para, de la mano de un gran Splitter, nivelar el marcador, pese a los problemas que causó Velickovic de tres. Recuperado su ritmo mucho más alegre, los azulgranas se metieron dos arriba en el último cuarto.

En los momentos de tensión, Oleson quiso demostrar su nivel ante un Messina que lo repudió y su buen hacer en ataque, unido a la osadía de Marcelinho Huertas, permitió al Baskonia amarrar la victoria en un final de infarto en el que Bullock tuvo el triple de la victoria pero el estadounidense no acertó.