En pelota, el rojo suele ser el color de los campeones, sin embargo, los dos últimos txapeldunes individuales de segunda, Mikel Beroiz en toda la cancha y Mikel Urrutikoetxea en el acotado, se enfrentarán en el novedoso azul del frontón Mimetiz de Zalla para hacerse con el segundo billete para la final del Manomanista de Promoción.

Apartado del campeonato de primera por caprichos empresariales, Mikel Beroiz tratará de prolongar un primer año de profesional en el que todo le ha llegado muy deprisa -campeón manomanista de segunda, primera participación en el Cuatro y Medio de primera y zaguero de Irujo en el Parejas- llegando a otra final. Sin apenas descanso, no ha tenido una liguilla de cuartos demasiado brillante, perdió ante Retegi Bi y ante Leiza y venció a Oier Mendizabal, pero ahora dice estar en mejor momento de forma y se presentará en Zalla con la firme intención de aguantar el poderoso golpe de Urrutikoetxea.

El delantero de Zaratamo tampoco ha necesitado demasiado tiempo para confirmar las excelentes condiciones de manomanista que siempre se le han intuido. Campeón del último cuatro y medio de segunda, el vizcaino se clasificó a semifinales tras vencer a Berasaluze IX y a Aritz Lasa por 22-18 y después de haber sido superior en todos los peloteos.

Miedo al suelo

Se ha hablado mucho durante la semana del color azul de las paredes del nuevo Mimetiz de Zalla, pero lo que realmente preocupa a los pelotaris es el comportamiento que tendrá el suelo del frontón encartado. Y es que, al ser de nueva construcción, necesita tiempo para asentarse y se teme que las pelotas se desgasten en exceso.