Conferencia para la revisión del tratado de no proliferación
Fijan una cumbre para crear un Oriente Medio sin armas atómicas
La Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación (TNP) de Armas Nucleares llegó ayer a un acuerdo, el primero en diez años, que incluye impulsar el desarme y la creación de una zona libre de armamento atómico en Oriente Medio. El texto, que recoge la necesidad de que Israel se una al TNP, convoca para el año 2012 una cumbre internacional para implementar la resolución de 1995 sobre el establecimiento de esa zona desnuclearizada. Testimonio recogido por Karlos ZURUTUZA
GARA | NUEVA YORK
La Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación (TNP), que se celebra cada cinco años, concluyó ayer su octava edición con un acuerdo que acelera el desarme de las potencias nucleares y abre el camino a la creación de una zona libre de armas atómicas en Oriente Medio, informó la agencia Efe.
El documento adoptado por consenso pone punto final a un mes de intensas negociaciones en este foro de desarme de la ONU, después del fracaso de la anterior conferencia de revisión celebrada en 2005.
El texto final, según AFP, prevé cuatro niveles de acción en los tres pilares del TNP -el desarme, la verificación de los programas nucleares nacionales para garantizar sus fines pacíficos y uso pacífico de la energía atómica-, así como un Oriente Medio libre de armas nucleares.
Sobre esta última cuestión, el documento convoca una conferencia internacional para 2012 encaminada a implementar la resolución adoptada por los signatarios del TNP en 1995, y que nunca se materializó, para crear una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio, tal como habían pedido los países árabes apoyados por el Movimiento de los No Alineados. El texto añade que en ella «se espera que participen todos los estados de la región», lo que implicaría la presencia de Israel e Irán.
Asimismo, pese a la oposición de EEUU, en ese apartado se menciona la necesidad de que Israel se una al TNP.
El Estado sionista, que nunca ha confirmado ni desmentido que posea un arsenal atómico, no es signatario del TNP, como tampoco lo son las potencias nucleares declaradas Pakistán e India, mientras que Corea del Norte lo abandonó en 2003.
Tras el acuerdo, el embajador de Egipto, Maged Abdelaziz, en nombre del Movimiento de los No Alineados, destacó que el documento final «reafirma la importancia de la entrada de Israel en el tratado y la colocación de todas sus instalaciones nucleares bajo las inspecciones» de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
La mención del Estado hebreo en el texto es visto como una victoria de los países árabes pero, según diplomáticos occidentales citados por Efe, también puede reforzar la reticencia de Israel a participar en el proceso para implementar una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio.
En el documento, además, las cinco potencias nucleares declaradas (Estados Unidos, Estado francés, Rusia, China y Gran Bretaña) se comprometen a «acelerar» el progreso hacia el desarme, con el objetivo final de eliminar por completo todos sus arsenales.
El TNP, que entró en vigor en 1970, compromete a los países firmantes a usar sólo con fines pacíficos su potencial nuclear, mientras que garantiza que las cinco potencias atómicas oficiales reducirán de forma gradual sus arsenales nucleares hasta eliminarlos.
El desarme nuclear tuvo su espacio en el III Foro de la Alianza de Civilizaciones, en Río de Janeiro. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió el acuerdo logrado por su país y Turquía en torno al programa nuclear iraní y dijo que «la energía nuclear debe ser un instrumento para la promoción del desarrollo, no una amenaza». El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a las potencias atómicas que destruyan sus arsenales. «Los que hablan de prevención (para que Irán no tenga la bomba atómica) tienen las armas. Deberían apoyar sus palabras con actos y luchar por la paz eliminándolas», sentenció antes de agregar que si son capaces de desarmarse «todo el mundo creerá que la paz es posible».
La mención a Israel en el texto es vista como una victoria de los países árabes, que presionaron para que se llamara la atención sobre el arsenal nuclear israelí y que se oponían a la inclusión de la controversia sobre el programa nuclear iraní.