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«Cuando gana tu líder te alegras un montón, pero esto es diferente»

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Rubén Pérez

Ciclista se Euskaltel-Euskadi

Rubén Pérez estrenó su palmarés la semana pasada con triunfo y liderato en el Tour de Baviera. Un premio tan «inesperado» como «satisfactorio» para el corredor vizcaino (Zaldibar, 30/10/81), más acostumbrado a chupar cámara con fugas interminables, o a trabajar para sus compañeros, que a descorchar el champán en el podio.

Amaia U. LASAGABASTER

El mismo día que Damien Monier, otro hombre más habituado a las fugas que a las victorias, estrenaba su palmarés en Italia, un poquito más al norte Rubén Pérez levantaba los brazos por primera vez desde que dio el salto a profesionales. Triunfo por partida doble, porque le convirtió en el líder del Tour de Baviera, y que resultó «totalmente inesperado. No me lo esperaba para nada, ni ganar, ni el liderato. La sorpresa fue muy grande, pero también muy satisfactoria».

Quizá más satisfactoria porque ha costado un poco que llegase.

La verdad es que son seis temporadas en profesionales y el año pasado es cuando estuve más cerca, pero se me resistió. Tenía muchísimas ganas y casi empezaba a temer que estuviera perdiendo mis oportunidades. Así que, aunque tampoco sé exactamente cómo se sienten los demás cuando ganan, supongo que sí, lo disfruté muchísimo más.

Se suele decir que lo complicado es empezar. ¿Vamos a ver a un Rubén Pérez ganador en adelante?

Hombre, me encantaría, pero yo soy un corredor de equipo. Me han fichado para trabajar y es lo que sé hacer. Claro que me gustaría ganar, pero no olvido cuál es mi labor. Lo que tengo que hacer es trabajar para el equipo y si, además de este trabajo, se presenta alguna oportunidad, intentaré volver a aprovecharla.

Son numerosos los buenos corredores de equipo que se retiran con el palmarés en blanco, pero que saben que las victorias de sus líderes también son suyas. Aunque supongo que no es lo mismo.

He trabajado para corredores que han ganado y te alegras un montón, porque son tus compañeros y porque sabes que tú también has contribuído a esa victoria. Pero no es lo mismo. Cuando ganas tú, la satisfacción es mayor, te sientes el protagonista... Es diferente.

Y levanta el ánimo de cara a las próximas carreras.

Sí, lo tengo muy alto. Ahora empiezo con mucha ilusión en Luxemburgo y luego a pensar en el Tour, que en principio será el punto fuerte de mi temporada.

¿Ya ha pensado dónde se fugará?

Este año será diferente, porque está Samuel y seguramente intentaremos hacer una buena general. Pero aún así muchos días me tocará ir por delante.

Esos cientos de kilómetros que acumulan en cabeza usted y sus compañeros son muy apreciados, y no sólo aquí. Pero lo que queda al final son las victorias.

Es verdad, y a lo que vas realmente es a ganar, pero no es fácil; te pegas muchísimos kilómetros desgastándote, el pelotón puede poner a varios equipos a trabajar para cazarte... Pero también hay que tener en cuenta que, por un lado, esas fugas son un aliciente, son horas de televisión, son una propaganda buena... Y, por otro, las horas que estés tú por delante, se las ahorras de trabajo a tu equipo en el pelotón.

Este año, además, llegarán con menos ansiedad. Ya llevan media docena de victorias.

No somos un equipo que gane muchas carreras, pero este año ya llevamos seis y sólo estamos a mitad de temporada. Y, además, las hemos conseguido entre corredores diferentes.

Sí que llama la atención. ¿Simple casualidad o ha cambiado algo?

No. Es verdad que, normalmente, en los equipos hay uno o dos corredores ganadores y este año sólo ha repetido Samuel. Pero sin más, las cosas están saliendo bien. Estamos corriendo muy bien como equipo, pero siempre hemos sido un equipo que ha trabajado en armonía, que está muy bien organizado... Las cosas están saliendo bien, sin más.

 
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