A los talibanes del nacionalismo español les va el tremendismo y, como en el cuento del pastorcillo mentiroso y el lobo, terminarán por llevarse un disgusto el día que menos se lo piensen.

Ayer en «Abc» empezaban a gritar ¡que viene el lobo!: «En Cataluña se ha hecho un programa de TV en el que se simulan las formas que podrá tener la independencia. Hace justamente un siglo Rovira i Virgili estaba un poco desanimado porque entre las condiciones de la nacionalización fallaba la natalidad y el sentimiento pancatalanista en Valencia y Baleares. ¿Será la crisis económica un factor clave para la independencia?». Ya empieza a alarmar.

Y de Catalunya, de un saltito, llega a Euskal Herria: «Del País Vasco me llega una anécdota muy propia de estos tiempos de Patxi López previos a la conquista de la independencia mediante las buenas formas. Un chiquillo le pidió a su abuelo que le ayudara a hacer los deberes y entre ellos el de colorear un dibujo que habían hecho por la mañana en clase y que consistía en un mapa de España con un puñal clavado en el centro». O sea que Patxi López es un peligroso independentista disfrazado. ¡No me digan que no es buena la perla!

La tensión sube de grado y el escriba de «Abc» proclama con tono solemne que «todo parece indicar que el proceso está a punto de culminar. Es cuestión de tiempo. El asesinato de España durante la democracia ha sido un trabajo bien planeado, cuidadoso, científico, con todos los medios que da el poder de los gobiernos regionales y las mafias del terror». Me imagino a los lectores de «Abc» preparando los arcabuces y afilando las hoces, como en 1808.

El tío lo ve muy claro. Parece que todo está perdido para la España eterna: «Los modos de las dos independencias serán tan distintos como lo han sido sus pasados. Rovira i Virgili llegó a hablar del `imperio federal ibérico, de cuya grandeza Cataluña sería a la vez partícipe y factor principal'. Cambó estuvo en esas claves hasta que la guerra civil le hizo volver a la razón. Ahora los Cambó han vuelto al hecho diferencial y a la independencia. `Pedid la Luna, y la Luna se os irá acercando' escribía Maragall. En el País Vasco, más prosaicos, te clavan un puñal. Con Patxi, en la ikastola». Se les va la pinza.