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Ares castigará a un ertzaina si rompió por su cuenta la placa a Muruetagoiena

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, aseguró en el Parlamento que «parece» que un agente de la Ertzaintza participó en el destrozo de una placa de homenaje a Esteben Muruetagoiena que estaba colocada en el centro de salud de Oiartzun. Si la acusación se confirma, se le abrirá expediente porque «nadie puede tomar decisiones de intervenir en hechos como éste que, en todo caso, hay que canalizarlos a través de las decisiones judiciales o administrativas oportunas».

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Iñaki IRIONDO |

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, reconoció ayer en el Parlamento de Gasteiz que un ertzaina pudo participar en el destrozo de la placa que estaba colocada en el centro de salud de Oiartzun en homenaje a Esteban Muruetagoiena, médico que falleció tras haber sido detenido y torturado en 1982.

En la noche del 8 al 9 de mayo varios desconocidos destrozaron la mencionada placa. Según testimonios de vecinos, agentes de la Ertzaintza podían estar implicados en esta acción.

Cuando trascendió la noticia de los hechos, varias semanas después de producirse, este diario se puso en contacto con la Ertzaintza que negó saber nada de lo sucedido.

Aralar llevó la cuestión al Parlamento autonómico y preguntó al consejero de Interior si el Departamento «está realizando alguna investigación al objeto de esclarecer si en la rotura de la placa colocada en recuerdo de Muruetagoiena participaron algunos ertzainas».

En la sesión de control de ayer, Rodolfo Ares comenzó explicando que «ningún responsable del Departamento de Interior, ningún mando de la Ertzaintza ha ordenado que se retire la citada placa». A continuación especificó que «de las informaciones que tenemos parece que un agente, por decisión personal, ha intervenido en los hechos. Se ha abierto la investigación pertinente».

El consejero concluyó diciéndole al parlamentario de Aralar Mikel Basabe que «tenga la seguridad de que si se confirma la intervención de este miembro de nuestra policía en los hechos, se depurarán las responsabilidades pertinentes».

Después de que Basabe le agradeciera la respuesta e invitara al consejero a informar de cómo concluye la investigación, Ares volvió a la tribuna de oradores.

Así no se hace

Fue en este segundo turno de palabra cuando el consejero de Interior aclaró las razones por las que habría que expedientar al agente de confirmarse su participación en la retirada de la placa dedicada por el Ayuntamiento de Oiartzun a un vecino que considera querido, que fue detenido en 1982 y puesto en libertad tras nueve días de incomunicación, que relató haber sido torturado y que falleció apenas tres días más tarde.

Ares no dijo que la retirada y destrozo de la placa en sí le pareciera mal. Aseguró que «se depurarán las responsabilidades a que hubiera lugar, entre otras cosas porque nadie puede tomar decisiones de intervenir en un hecho como éste, que en todo caso hay que canalizar a través de las decisiones judiciales o administrativas oportunas».

Y añadió que «tenemos que hacer un esfuerzo para que estas cosas se debatan, se hagan con rigor y se analicen las circunstancias en cada caso».

La respuesta de Ares a la pregunta de Aralar llegó después de que a requerimientos del PP hubiera reiterado la apuesta que su departamento está haciendo para retirar de «las calles dedicadas a terroristas» u «otros soportes».

Rodolfo Ares insistió ante Mari Mar Blanco que «sabe que estamos trabajando para que los espacios públicos, nuestras calles y plazas, sean espacios de convivencia, de pluralidad, de paz y libertad, y especialmente, de respeto a la memoria y la dignidad de las víctimas».

murió a los 3 días

El médico Esteban Muruetagoiena fue detenido por la Guardia Civil el 16 de marzo de 1982. Fue puesto en libertad el 25 de marzo. Apareció físicamente destrozado y narró haber sufrido duras torturas. Murió tres días después.

recolocación

El Ayuntamiento de Oiartzun decidió en el pleno del 27 de mayo volver a colocar en el centro de salud la placa que la noche del 8 al 9 de ese mismo mes resultó destrozada por desconocidos.

Hasta dos años de cárcel si fuera de una «víctima del terrorismo»

El destrozo de la placa dedicada a Esteban Muruetagoiena en Oiartzun apenas tuvo repercusión mediática, cuando hay ocasiones que una simple pintada es motivo para que las cámaras de televisión se desplacen hasta el más recóndito pueblo de Euskal Herria.

En su comparecencia de ayer, el consejero de Interior señaló que de confimarse la participación de un agente de la Ertzaintza en los hechos se depurarían las responsabilidades pertinentes, aunque no aclaró si estas se limitarían al orden disciplinario interno de la Policía autonómica o pondría también los datos de los que disponga en manos de los juzgados.

Si la placa rota hubiera sido la de una «víctima del terrorismo» y no la de un médico al que detuvo la Guardia Civil y murió a los tres días de ser puesto en libertad sin cargos pero físicamente destrozado, los autores de la acción podrían enfrentarse a penas de cárcel.

El artículo 578 del Cógido Penal establece que a los implicados en «la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares se castigará con la pena de prisión de uno a dos años».

Además, el juez les puede imponer otras medidas accesorias como la «privación del derecho a residir en determinados lugares o acudir a ellos» o la prohibición de acercarse a determinadas personas que el juez considere afectadas por lo ocurrido.

En este caso, la rotura de la placa a Esteban Muruetagoiena apenas seria considerada una falta por romper bienes públicos. I,I.

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