Cada kilómetro de alta velocidad viene a costar entre 12 y 30 millones de euros. Pero la rueda del desembolso sigue girando después de que el tren ya ha echado a andar, ya que el mantenimiento anual de cada kilómetro supone entre 100.000 y 200.000 euros, asegura a GARA Paco Segura, coordinador del Área de Transporte de Ecologistas en Acción de Madrid.

Paco Segura asiste a las 10.30 de hoy a una conferencia en el Centro Cívico Aldabe, de Gasteiz, en la cual se tratará el tema de los impactos del TAV en las capitales. La charla y posterior debate, organizado por AHT Gelditu! Elkarlana, contará además con la presencia de varios ponentes que darán a conocer la problemática concreta de los impactos en los casos de Iruñea, Bilbo, Gasteiz y Donostia.

Jesús Oñate, miembro de Elkarlana en Gasteiz, opina que en las ciudades los impactos ecológicos del TAV, «aunque los haya, no son tan visibles como son los sociales y económicos», y añade que «este proyecto sólo lo van a sacar recortando las partidas sociales, porque no hay recursos».

El coste de la entrada de la alta velocidad a Gasteiz, por ejemplo, tendría un presupuesto que supera los 500 millones de euros. Un «despilfarro» o un «agujero negro», en opinión de la coordinadora contraria a la obra, ya que «ese dinero no se vuelve a revertir en las ciudades».

En ese mismo sentido, Paco Segura, ecologista madrileño, señala que la política de infraestructuras que el Estado español quiere llevar adelante «es tremenda y se aleja absolutamente de las necesidades reales de las personas».

Fundamentalmente, apunta que son las principales constructoras «las que salen beneficiadas, ya que se llevan el 70% de los contratos de licitaciones». Dentro de los beneficiados por macro obras, como es la del TAV, hay que sumar todas las personas u organismos ligados a movimientos especulativos. Tras el soterramiento del ferrocarril en Gasteiz «ya tienen pensado construir más viviendas y centros comerciales», advierte Jesús Oñate.

La Sociedad Urbanística Municipal, Ensanche 21, señaló en su día que una vivienda libre de 90 metros cuadrados en estos suelos liberados «costarían unos 75 millones de las antiguas pesetas», indica Oñate. Sin embargo, en la situación económica de hoy día «si no pueden vender a 75 lo harán a 40 y el resto lo financiarán los vecinos con los recortes que se están dando». En este sentido, AHT Gelditu! Elkarlana considera que esta obra «también se puede paralizar defendiendo todas las partidas sociales». «Si se defiende el gasto social no tendrán dinero para TAV», argumentan.

Concienciación en las capitales

Como señala Jesús Oñate, AHT Gelditu! Elkarlana trabaja «por trasladar la concienciación ya arraigada en el entorno rural a las ciudades de Euskal Herria, haciendo ver a la ciudadanía cuáles serían las afecciones» específicas en las ciudades. «Son proyectos muy uniformes -señala- y las afecciones son prácticamente las mismas en todas las ciudades: se basan en la especulación, la financiación de un proyecto deficitario, destruir zonas verdes o en lapidar dinero público».

Para hoy a las 18.00 está convocada una manifestación bajo el lema «No hipotequéis Gasteiz: AHT gelditu orain», y partirá desde la plaza Bilbo.