Naoto Kan, un ex activista de izquierda partidario de la austeridad fiscal, fue elegido ayer nuevo primer ministro de Japón por el Parlamento, con la ardua tarea de restablecer la confianza después de la mala experiencia de su predecesor, Yukio Hatoyama. Sin embargo, su nombramiento oficial deberá esperar a que forme Gobierno, lo que está previsto que haga el martes, y sea investido en una ceremonia solemne en el Palacio Imperial.

Kan, viceprimer ministro y ministro de Hacienda del Gobierno saliente y logró 436 de un total de 714 votos emitidos por la Dieta. A diferencia de sus ocho predecesores, no pertenece a una famosa dinastía política japonesa, es un veterano legislador todoterreno con pasa- do socialista, que participó en 1998 en la fundación del gobernante Partido Democrático de Japón (PDJ). Ha sido también el único peso pesado del partido que dio un paso al frente para suceder a Hatoyama al frente del partido y del país. Según dos encuestas publicadas ayer, con la dimisión de Hatoyama el PDJ ha subido entre 6 y 9 puntos.

Para su mandato, Naoto Kan ha prometido continuismo respecto a Hatoyama en política exterior y una mayor disciplina fiscal para Japón, el país desarrollado con la mayor deuda pública del mundo, que duplica su PIB.

Kan aboga por acercarse a China, crear una comunidad económica en el Este de Asia, inspirada en la UE, y mantener la alianza estratégica de Japón con EEUU, dañada por la polémica en torno a la base militar de Okinawa, que precipitó la caída de Hatoyama. Al respecto, dijo que «el acuerdo fue alcanzado entre dos Gobiernos, entre dos estados. Puesto que el acuerdo se logró bajo el Gobierno de Hatoyama, es nuestro deber aplicarlo».