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Ser o no ser en el Stadium Gal athletic Segundo fichaje rojiblanco

Sin margen de error ante el mejor de la segunda vuelta

Las cifras para asegurar la permanencia pasan por obtener siete de los nueve puntos que restan en juego.

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GARA | IRUN

Tras estar todo el año en la cuerda floja, el Real Unión se juega el ser o no ser en los tres últimos encuentros que restan para que concluya la competición, de ahí que el choque de mañana frente al Levante (19.00), el mejor conjunto de la segunda vuelta, sea trascendental y dramático, al mismo tiempo.

No les podía haber tocado peor rival a los de Iñaki Alonso para comenzar a ganarse su presencia un año más en Segunda A, pero es lo que hay al no haber hecho los deberes con antelación. Los irundarras saben que la permanencia pasa por sacar siete de los nueve puntos que restan en juego.

Tarea nada sencilla dada la entidad de los dos contrarios que van a rendir visita al Stadium Gal -Levante y Hércules-, pero más complicada todavía si no se pone rápido remedio a la imagen mostrada en El Helmántico. «Tenemos que ser más listos que en Salamanca, donde les dejamos jugar. No podemos tener miedo a perder, el que lo haga se va al hoyo. Hay que salir a por el partido y el contrario, ser más intensos y con mayor agresividad, como hace tres o cuatro semanas», apuntó el míster.

En ese mismo sentido, Alonso ahondó en que el equipo necesita «recuperar el espíritu competitivo defensivo» y «recobrar las buenas sensaciones». Pero para ello, el Real Unión deberá «competir al 125%» frente al cuadro levantino, al que calificó de «rodillo». Un conjunto que suele golear cuando juega bien, pero que, cuando lo hace mal, sabe ganar por la mínima, lo que da una idea de su «competitividad», pero al que deben hacerle «sentirse incómodo» en Gal.

Alonso indicó que conseguir los tres puntos ante un enemigo de ese calibre y en la jornada de que se trata supondría una importantísima inyección de moral, tras el tropiezo sufrido en tierras salmantinas, una derrota de la que ya no hay lugar «a lamentaciones» y lo único que queda a partir de ahora «es apretar a tope».

Matemáticas

Como suele ocurrir llegado a este punto, las calculadoras comienzan a echar humo y las numerosas combinaciones están en boca de todos los aficionados. Sin embargo, el técnico durangarra prefirió aparcar a un lado las matemáticas, ya que es consciente de que el Real Unión sólo saldría beneficiado en un hipotético empate final con el Huesca.

«Lo que está claro es que nos quedan dos partidos en casa contra dos equipazos y, a lo largo de la temporada, hemos demostrado que podemos ganar a cualquiera, pero tenemos que hacerlo», explicó el preparador unionista.

 

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