Gorka ANDRAKA | Periodista
Las cuentas verdes
Hay preguntas infantiles que cortan la respiración. «Manu, ¿los árboles van al Cielo?», interrogó a quemarropa el hijo de unos amigos al escritor Manu Leguineche. Hay preguntas mayores que saben a crío: ¿Cuánto cuesta un riachuelo? ¿Y su murmullo?
Cuestiones naturales, básicas, a las que responderá el proyecto «La rentabilidad de los ecosistemas y la biodiversidad», una iniciativa de Naciones Unidas en la que participan cerca de 250 científicos de todo el planeta. Van a calcular el valor económico de los servicios que prestan los ecosistemas y los costos que genera su pérdida. El justiprecio de un bosque, una familia de topos, una bandada de cigüeñas o, más difícil aún, de los provechos intangibles que la biodiversidad aporta a nuestra educación, identidad, creatividad, salud... En definitiva, quieren tasar la Naturaleza para que nuestros bolsillos también prioricen preservarla.
Una historia verídica e increíble, como la vida misma. Sucedió hace unos años, en Chiapas. Javi y Ceci viajaron desde la ciudad de San Cristóbal hasta una comunidad de la selva para visitar a unos amigos indígenas. La semana anterior, la última vez que se vieron, como aún no sabían seguro si ese día iban a poder regresar, quedaron en que no preparaban nada para agasajarlos. A su llegada, y para su sorpresa, una gallina se tostaba al fuego en su honor. «¿Cómo supieron que veníamos hoy?», preguntaron perplejos. «Durante toda la mañana, una mariposa no paró de revolotear por la casa», contestó, rotunda, natural, su amiga. ¿Cuánto vale esa mariposa?