Enrike Miranda Concejal de la Cendea de Zizur de la candidatura popular Erreniega
Juicio a Udalbiltza
Sepan que nuestros compañeros y compañeras encausados no están solos. Que estamos orgullosos de ellos. Somos miles quienes saldremos los próximos días a las calles para decir alto y claro que Udalbiltza es más necesaria que nunca. Más legítima que nunca
Sr. Juez: Declaro que soy culpable. Enterado de que usted y algún otro juez de la Audiencia Nacional Española pretenden juzgar la legalidad de la Asamblea Municipal de Euskal Herria, Udalbiltza, dentro del ordenamiento legal español, quiero declarar varias cuestiones y además voluntariamente, sin necesidad de que me torturen.
Soy culpable de colaborar plenamente con Udalbiltza, desde su fundación, y encima estoy orgulloso de hacerlo. Pero no sólo yo soy culpable. Hay un montón de gente tan culpable como yo.
El juez instructor dice que la culpable de que se fundase Udalbiltza es ETA. Craso error. Los culpables de que Udalbiltza naciera fueron 1.800 personas, concejales de distintos partidos e independientes, elegidas pueblo a pueblo en votación ciudadana. Si en la AN creen que tanta gente puede ser manipulada por ETA, es que no se merecen el sueldo que cobran, pues basta con enterarse un poco o estudiar la historia de Euskal Herria para darse cuenta de que las personas de aquí no se dejan manipular tan fácilmente. Fíjese que estuvieron hasta Azkuna y Egibar.
Soy culpable de colaborar día a día desde mi grupo municipal en las tareas y objetivos aprobados en la asamblea fundacional de Udalbiltza, encaminados a la construcción nacional de Euskal Herria. Eso sí, dentro del más estricto comportamiento democrático. Soy testigo de que todas las decisiones sobre objetivos, presupuestos y medios se han tomado en asamblea anual, como se hace en cualquier asociación o institución democrática.
Soy culpable de haber financiado los proyectos de Udalbiltza desde nuestra candidatura municipal, con dinero de nuestras dietas de concejales. Tan culpables como yo son mis compañeras de la asamblea de la candidatura que lo aprobaron y quienes nos votaron, pues en nuestro programa electoral estaba escrito que colaboraríamos con Udalbiltza.
Soy culpable de haber convocado con mi firma, junto con otros 1.100 concejales, la asamblea del Kursaal que según el juez instructor convocó ETA. ¡Pero qué ignorante es ese hombre! Les cuento. La asamblea la convocamos los miembros de Udalbiltza cuando la Junta Directiva de la asociación bloqueó su funcionamiento democrático. Así que, como en cualquier ayuntamiento, convocamos el pleno los concejales. Además, estuvimos gente de distintos grupos: EA, EH, AB, independientes, etc. O sea, de lo más variado. De ETA no vi a ninguno. Es más, soy culpable de haber participado en las reuniones preparatorias de la asamblea del Kursaal, como una que hicimos en Iruñea, en la que estuvimos unos 450 concejales, para hablar de cómo recuperábamos la democracia secuestrada por el Consejo de Dirección en Udalbiltza. Allí fue donde se fraguó la convocatoria, y tampoco vi a nadie que hablase en nombre de ETA.
Soy culpable de haber nombrado a la nueva Junta Directiva que salió de la asamblea del Kursaal. Y también de haber aprobado, junto con los otros mil, continuar desarrollando los principios fundacionales de Udalbiltza. En realidad, sólo ratificamos lo que aprobaron 1.800 concejales en el Euskalduna y decidimos ponerlos en marcha.
Soy culpable de participar en los grupos de trabajo de las distintas áreas en que se volcó el trabajo de Udalbiltza. No se crean ustedes que sólo curraban las personas de la Junta Directiva y trabajadores que están encausados en el juicio contra Udalbiltza. No, no. Currábamos 20 ó 25 personas en cada grupo, y había un montón de grupos. Euskera, socioeconomía, ordenación del territorio, vivienda, cultura, etc., como en cualquier ayuntamiento. Y sin cobrar, no como los jueces. Claro que ustedes no saben lo que es el auzolan nacional...
También soy culpable de colaborar en el montaje de actos a favor del euskera, de la cohesión de nuestro país, del auzolan nacional por Zuberoa, (por cierto, a ver si devuelven los 400.000 euros del ala que nos han robado, que hacen falta en Maule), la Conferencia Internacional de los Pueblos, la Declaración de Nacionalidad, el currículum vasco, iniciativas por la paz, la Carta de Derechos de Euskal Herria... Pues de todo soy culpable, porque si no estaba directamente en el ajo, lo he apoyado plenamente en las reuniones y asambleas. Y los demás concejales también. Un montón de gente. Que, por cierto, no son de ETA.
Miren, señores jueces, somos tanta gente quienes estamos metidos en esto de Udalbiltza que me fastidia que digan que mis 24 compañeros y compañeras son los culpables de todo. No señor. Udalbiltza somos la Asamblea Municipal de Euskal Herria, los concejales y nuestros votantes, que nos dieron el mandato de fundar y desarrollar Udalbiltza. O sea, miles de personas.
Ustedes no pueden juzgar si Udalbiltza es legal o no. Udalbiltza ya cuenta con la aprobación de la sociedad vasca. Si ustedes dicen que Udalbiltza es ilegal según las leyes españolas, lo único que estarán declarando ilegal y antidemocrático son las leyes españolas, porque la legislación internacional sobre derechos humanos reconoce el derecho de los cargos electos a formar las asociaciones que consideren oportunas para su acción política, fundamento del ser de un concejal. No existe ningún delito.
Sepan además que Udalbiltza no está sola. Que nuestros compañeros y compañeras encausados no están solos. Que estamos orgullosos de ellos. Somos miles quienes estamos siendo juzgados con ellos. Quienes saldremos los próximos días a las calles para decir alto y claro que Udalbiltza es más necesaria que nunca. Más legítima que nunca. Y si nos ilegalizan Udalbiltza, más pronto que tarde la refundaremos.
En fin, señores jueces de la Audiencia Nacional Española, somos miles los culpables de la fundación de Udalbiltza, de su buen funcionamiento y de sus numerosos logros.
No sean ustedes culpables de atentar contra los derechos humanos, de aplicar unas leyes antidemocráticas y dictatoriales. Anulen el juicio y liberen de su secuestro a Udalbiltza y a las personas encausadas.
Con la venia, Sr. juez, a las personas encausadas, estén dentro o estén fuera, besarkada handi bat.