Lakua presenta su «Plan de propaganda»
El Gobierno de Lakua presentó ayer, con elevado tono de solemnidad, el denominado Plan de Convivencia Democrática aprobado el martes en el Parlamento de Gasteiz. Comienza así la campaña de publicidad con la que pretende sacar rentabilidad política a un proyecto que, desde su mismo inicio y lejos de promover la convivencia, sólo ha encontrado oposición en el ámbito político y rechazo en la comunidad educativa. En realidad, el célebre plan no pasa de ser un vistoso ropaje político destinado a potenciar la imagen de firmeza y proactividad contra la «violencia terrorista» que persigue el unionismo, también en los centros escolares.
Sin embargo, el tiempo se encargará de demostrar que el efecto real de este plan está muy lejos de alcanzar las ambiciosas pretensiones de adoctrinamiento sobre los alumnos que tanto a Basagoiti como a López les hubiera gustado. No lo posibilitará ni la propia articulación del decreto curricular en vigor -que es el que, a la postre, rige los contenidos educativos en la CAV y en el que no cuadran las pretensiones del plan de Lakua- ni la autonomía de la que disponen los centros educativos, ni tampoco la postura activa de desobediencia que profesorado, padres y madres o los propios alumnos practicarán ante un plan amplia y rotundamente contestado.
De esta manera, con el objetivo del adoctrinamiento destinado al fracaso aun antes de haber nacido, a los mentores del plan solamente les queda el recurso al artificio. PP y PSOE exprimirán hasta la extenuación las potencialidades propagandísticas de este plan, atizando el fuego de la intransigencia para vender el humo electoral que creen que les favorece. Y lo harán en el corto plazo, con toda la intensidad que sean capaces sus instrumentos de creación de opinión, porque después el recorrido real del plan será, a todas luces, extremadamente corto. Cubrirán así una nueva etapa de esa vacua estrategia que consiste en negar la existencia de un conflicto, que late con fuerza en una sociedad vasca, y cuya resolución es la única llave para lograr esa convivencia que ahora instrumentalizan.