El grupo de la izquierda abertzale en las Juntas Generales de Araba criticó las modificaciones

fiscales propuestas por el diputado general, Xabier Agirre, como consecuencia precisamente de una interpelación formulada por este grupo. A su juicio, las medidas anunciadas no afectan al núcleo duro del sistema fiscal vigente, «donde mientras los trabajadores y trabajadoras cargan con el peso de la recaudación, otras rentas, como las de capital, evitan efectuar las aportaciones que les corresponden utilizando para ello todas las vías de escape que les ofrecen las normas tributarias».

Recordó que Agirre no prevé recuperar el Impuesto de Patrimonio ni modificar «el exquisito trato que tienen las rentas de capital y los incrementos patrimoniales.

Los junteros independentisas reprocharon a la diputación alavesa la falta de actuación sobre el fraude fiscal, estimado al darse por satisfechacon una recaudación que «no alcanza ni el 10% del fraude total».

«Por lo tanto, el incremento de dos puntos en el tipo de IRPF a las rentas altas, aparte de afectar a un número muy reducido de personas, no se refiere a las grandes fortunas que tributan a través de sociedades interpuestas, de SICAVs o del tipo reducido que tienen las rentas de capital», explicó el grupo juntero.

Por ello, opinó que la medida tiene poco recorrido en cuanto a justicia fiscal, pero persigue disminuir la presión social ahora que la sociedad está demandando que el coste de las crisis no recaiga en los sectores con menores niveles de ingresos. Además, mostró su preocupación porque estas medidas se conviertan incluso en un techo a rebajar por lo que propuso acuerdos amplios con otras formaciones políticas, sindicatos y sectores sociales para plantear cambios fiscales en profundidad que garanticen un nivel de gasto público suficiente.

«Cada uno por su lado, no»

El lehendakari, Patxi López, terció en el debate pidiendo a las diputaciones y ayuntamientos vascos que adopten criterios de ajuste, «porque no podemos permitirnos el lujo de caminar cada uno por nuestro lado». Dijo apostar por revisar el sistema fiscal y reconoció que «tenemos una presión fiscal del 30% y queremos compararnos con países que la tienen entre el 40% y el 48%». Sin embargo, enfrió la propuesta al afirmar que «Euskadi, en solitario, seguramente no puede abordar esta reforma», Aun así, se mostró dispuesto a «liderar este debate aquí en España y donde haga falta».

El diputado de Hacienda de Gipuzkoa, Peio González, anunció su postura contraria a la reforma fiscal planteada por el diputado general alavés, al entender que es el «chocolate del loro» y un «mero maquillaje, que puede sonar bien». Por su parte, el responsable de política social de ELA, Mikel Noval, exigió a las diputaciones un aumento de la presión fiscal, que en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa es «muchísimo más baja» que la media europea e inferior a la española y que se ha reducido notablemente en los últimos dos años. Noval criticó medidas como la rebaja del IRPF a las rentas altas y al capital, la reducción del Impuesto de Sociedades y la eliminación delde Patrimonio, sin las cuales, en lugar de déficit se habría logrado superávit de las cuentas públicas.