Pendientes del Mundial, los clubes más grandes todavía no mueven ficha, lo que suele generar el consabido efecto dominó, a excepción de un Valencia por el que discurren aguas turbulentas y que debe ajustarse el cinturón con operaciones de elevadas ventas e incorporaciones sensiblemente más baratas.

A la marejadilla provocada por las declaraciones del ya despedido director deportivo Fernando Gómez, aduciendo motivos personales del presidente, y la contrarréplica de la junta directiva acusándole de falta de profesionalidad, le sucedió el anuncio oficial del fichaje del ex rojillo Roberto Soldado -el club ché pagará al Getafe 10 millones en varios plazos- y la posible salida de Silva dirección a la Premier, después de que emisarios del Manchester City estuvieran en la capital del Turia.

Con mayor dispendio económico, el Real Madrid parece tener atado al argentino Di María, por el que el Benfica ingresaría 30 millones, además de hacerse con varias perlas de la cantera merengue, entre ellas Marcos Alonso y Rodrigo.

En cuanto al mercado internacional, otro de los ricos, el Chelsea, ya ha anunciado que no renovará su contrato a Ballack, Joe Cole y Belletti. Por su parte, la Juventus anunció el fichaje del delantero internacional italiano Simone Pepe, del Udinese.