La base naval de Umm Qasr, al sur de Irak, vive al ralentí, pero a principios de mes un repentino entusiasmo sustituyó la habitual tranquilidad al hacer escala, por primera vez en 32 años, un buque francés. El «Aviso Commandant Ducuing», que navega por el Índico, el Mar Rojo o las costas de la península arábiga, llegó a territorio iraquí, y las autoridades locales no escatimaron en seguridad.

La escala es una visita de agradecimiento de la Marina francesa, un primer paso para «reconsolidar las viejas relaciones de amistad entre las fuerzas armadas francesas e iraquíes», señaló su capitán, Jean-Olivier Grall.

La última visita la realizó el «Bourdais» en 1978. Después, nada; a pesar de la estrecha cooperación entre los ejércitos francés e iraquí durante el régimen de Saddam Hussein.